MODERNIDAD Y POSMODERNIDAD

Casi al terminar la semana anterior, el 21 de marzo, el Secretario de Gobernación anunció el establecimiento del referéndum como parte de la reforma política del Estado Mexicano. Este mecanismo jurídico permitiría al ciudadano reservarse la aprobación de ciertas reformas a la Constitución de la República.

Más temprano que tarde, el buen Porfirio alegó la extensión de la capacidad ciudadana hasta la aprobación de programas y actos de gobierno. ¡Cómo se ve que no tiene ninguna esperanza de ser presidente…! Cómo se nota que le madrugaron; que ahora sí parece tener contrincante. Todo sea por una buena reforma; bueno, si es que al fin la hay…

El referéndum, positivo de por sí para el avance democrático, es una figura fuera de contexto. Tanto el referéndum como el plebiscito, son características de la posmodernidad, y yo me atrevo a afirmar que México, en cultura, en la práctica de la democracia, es aún un país premoderno. Vive un despertar cívico importante, pero se mantiene al centro y tiene porciones polarizadas; ese centro es aún de trueque, aún abúlico para aceptar y asumir la responsabilidad de ser y decidir… La tolerancia a cambio de la certidumbre. Cierto, la certidumbre se está agotando… Pero aún no hay oferta equivalente a la vista…

                                   LA REALIDAD PROBABLE

Esta propuesta del referéndum, seguramente, obedeció a alguna concesión que en materia de calidad de voto se realizó en la mesa de Bucareli. Es decir, es posible que se haya cedido, por parte del sistema, respecto a la composición de los votos para reformar la Constitución. No se requeriría la mayoría calificada, sino que ésta, a su vez, estuviese integrada por cierta representación mínima de cada uno de los partidos en el Congreso. Es decir, la muerte del “mayoriteo”.

De haberse dado esta situación, lo que anunció el Srio. de Gobernación es simple: Te reconozco la representatividad y la legitimidad para que sea ineludible tu participación en los cambios constitucionales, pero, habrá algunos específicos en los que te anulo tu conquista de ineludibilidad; simplemente traslado el voto directamente a los ciudadanos, reconociendo en ellos y sólo en ellos,  la facultad final de decidir. Un planteamiento impecablemente democrático…

Ello implica que el sistema considera más sencillo orientar el voto ciudadano que enfrentar a una Cámara que tendría como característica, la gran dificultad para negociar y alcanzar consensos. Mire usted, un partido con 14 o 18 % de la votación nacional, no orientará el voto mayoritario; pero sí puede negarse a negociar o dedicarse a “chantajear” permanentemente los cambios trascendentes y los triviales. Con fuerza relativa, el sistema se defiende y pretende mantenerse en capacidad de controlar. Bueno, al menos eso espera.

¿ALGUIEN QUIERE UNA REFORMA DEMOCRÁTICA?

Es curioso que una propuesta realmente democrática, como lo es el establecimiento del referéndum, nos demuestre a plenitud lo que muchos hemos sospechado: Ninguno de los partidos políticos, ni el sistema mismo, desean dar pasos realmente democráticos. Ya hasta el Presidente Zedillo se ha quejado de la presión de los partidos de oposición, por realizar una reforma que les permita a los contendientes del PRI el ascenso al poder, pero vía una reforma que, a la vez, conserve el poder en el estado actual: Autoritario, autócrata, prepotente e impune.

Así las cosas,  lo que más atacan los partidos de oposición, sobre todo el PAN, es lo que más desean que se preserve para su eventual ascenso al poder. Ellos, todos ellos, se sienten muy preparados, pero prefieren un régimen e instrumentos autoritarios que una democracia avanzada.

ACERCA DE NUESTRO NIVEL DE DEMOCRACIA

En México, hablar de democracia formal es  sencillo, nuestras estructuras jurídicas tienen todo el corte de la democracia deseable. Sin embargo, el desequilibrio entre los poderes y las practicas impunes y autoritarias, revelan que en la realidad es bastante distinta. Hablamos de modernidad, de estado de derecho, de democracia, de justicia social y hasta inventamos el liberalismo social, con un cinismo, facilidad y fluidez que ya desearían los buenos escritores surrealistas.

La modernidad comienza en la decisión de lograr la emancipación intelectual del hombre.  La eliminación de los fueros y privilegios y la capacidad de tomar las decisiones, fueron el comienzo. Pero ello no se buscó para todos, fue originalmente una conquista de y para la burguesía, en su  lucha contra la nobleza.

Eso fue lo que encabezó Cromwell contra Carlos I de Inglaterra, hasta que lo ajustició y estableció un equilibrio de poderes por el camino del parlamento. Sin embargo, los que sí sabían lo que hacían, fueron los franceses. Es la Revolución Francesa la que se adentra en la participación de los ciudadanos, sin distingos, para la toma de decisiones,  para autodeterminarse. La modernidad comienza con la democracia representativa, que se postula como conducta de vida, en el sentido en que hoy la conocemos, en la Constitución Política de los Estados Unidos de Norteamérica.

Para desgracia de muchos y fortuna de pocos, el modelo ha sido propagado e impuesto, muchas veces por la fuerza de las armas, a pueblos ajenos a esa idiosincrasia. La emancipación puede tener más vías que un sólo modelo. Los autonombrados norteamericanos no piensan así… Sienten ser poseedores de la única verdad y de la obligación de imponerla, créalo, por mandato divino.

Resulta difícil construir, labrar un propio camino, estando en ese mar de presiones políticas de origen fundamentalista y de presiones económicas de origen cultural-religioso, acompañadas de errores de tolerancia y ceguera extrema. Lo que Octavio Paz llama la carencia de identidad y la gran dificultad de construirla… Ahí estamos nosotros.

            HACIA DÓNDE ESTAMOS DEJANDO QUE NOS LLEVEN

La modernidad se caracteriza, en el terreno sociopolítico, por la democracia representativa: Voto, elijo, escojo a alguien que me represente, que llevará mi voz para la toma de decisiones, que tomará mi mandato y lo ejercerá en los términos en que se lo he concedido, (disculpe, pero no es burla,  tampoco descripción).

La posmodernidad, en el mismo sentido, se distingue por la democracia participativa. Soy yo quien expresa de manera directa su voluntad. Yo mismo marco el rumbo por el que deseo, imagino, considero que todos debemos de marchar. Mi participación individual directa en la conformación de decisiones y consecuentemente de construcción de futuros. El referéndum y el plebiscito son sus figuras más representativas. Por el ejercicio de ellas, el ciudadano hace directamente la elección del por dónde debe el mandante conducir sus acciones.

La diferencia entre modernidad y posmodernidad es únicamente de tiempo. La posmodernidad es el refinamiento de la emancipación, de la libertad de criterio. Es el mismo modelo, pero refinado, es “una filosofía que reclama la libertad individual, y el derecho a la igualdad ante la ley contra la opresión estamental” (estamental = a clases dominantes).

La tarea de la modernidad es “construir un mundo inteligible, donde la razón institucionalice el juego de las fuerzas políticas, económicas y sociales en base al libre contrato entre seres iguales” (subrayado del articulista). Como usted ve, en México no hemos tenido mucha democracia, ni parece que los partidos políticos la busquen en realidad. Así mismo, tampoco puede entenderse, como brincamos de pronto desde la premodernidad hasta la posmodernidad.

Parece que no somos tan auténticos, que aún no alcanzamos la madurez de liberarnos del dogma, del temor, de la sujeción, de la sumisión, para entender la igualdad y alcanzar la  identidad de persona, grupo, nación… Y, así, nos juegan los políticos… Así nos llevan, sin preguntarnos, a nadie sabe donde…  Sin embargo, la responsabilidad sigue siendo nuestra y sólo de cada uno de los que toleran…

GUERRA FRÍA, ¿SE TE AÑORA?

El célebre Nikita Khrushchev decía por los años sesenta, que en diez más, los rusos alcanzarían el nivel de bienestar de los norteamericanos. Muchos años han pasado desde entonces, y ello no ha sido posible. No tan sólo no alcanzaron los niveles de bienestar esperados y ofrecidos, sino que el Estado Soviético, la URSS, perdió el control de los estados europeos orientales y, además, se desmembró.

La oferta de bienestar era compañera del enorme gasto militar que si lograba un equilibrio con el poderío norteamericano. Al menos, para los “gringuistas”, un nivel de contención suficiente. Sólo recordemos la tensión tan crítica en el episodio de los misiles en cuba; y, para no ir tan lejos, existía un equilibrio egemónico, y se hablaba de una coexistencia pacífica, como una meta ideal.

La guerra fría, ciertamente, generaba tensión continua en los países del tercer mundo y generaba competencia en los dos bloques contendientes. El primer mundo, el capitalista, encabezado por los Estados Unidos, tenía sus tenciones con los europeos. El segundo mundo, el socialista, liderado por la URSS, rivalizaba ideológicamente y por la egemonía socialista del sureste asiático, con la China de Mao.

El tercer mundo, subdesarrollado, debatiéndose entre la ignorancia, la insalubridad y la miseria; era carne de la lucha ideológica, de autoritarismo desmedido y de los golpes de estado y el militarismo de cualquiera de los signos. Era el caldo de cultivo, la arena de ensayo, la tierra de las fintas. En fin, la “área de juego” de las grandes potencias que nunca se atrevieron a la guerra formal, pero que competían por ampliar y profundizar su influencia en el tercer mundo y por desestabilizar a los “miembros pequeños” del mundo contrario.

                                    EL CAMBIO EN EUROPA

Con la caída del ignominioso muro de Berlín, se anunció el gran cambio en Europa. La Comunidad Económica Europea (CEE) llevaba años de avance en un proceso realmente profundo, en donde se ha iniciado un proceso de sincretismo. Se aglutinan enemigos de siglos para los que las  distancias físicas prácticamente han desaparecido, y se obligan a reducir las diferencias ideológico-religiosas y de rencores y resentimientos, generados por las históricas luchas por el predominio.

Transformada la CEE en Unión Europea (UE), donde la integración aborda la unión monetaria y plantea avances significativos en la unión política, se presentan aparentes contradicciones. Mientras Alemania Occidental toma la muy costosa decisión de integrar a la Alemania Oriental, para regresar a la Alemania tradicional, pero integrada a la UE, la República Checoeslovaca se divide por diferencias de origen étnico y, consecuentemente, cultural.

Al mismo tiempo, en los Balcanes de desintegra la nación artificial creada por el Mariscal Tito y se reanuda una lucha que tiene raíces, al menos, desde la caída del Imperio romano de Constantinopla (Bizantino) con la incursión de los Turcos, en el siglo XV (1453).

En estas grandes contradicciones de renacimiento de nacionalismos reprimidos y la construcción de una Europa única, la misma Unión Europea se desentiende de las tareas de Europa y deja el mayor peso de la guerra de los Balcanes a los Estados Unidos. Su preocupación está en constituirse en un gran estado, mientras que los EE.UU. están preocupados por mantener la egemonía en un nuevo orden en que están solos.

 

 

            LOS OTROS SUCESOS MUNDIALES TRASCENDENTES

 

Mientras, en Asia las situaciones toman posiciones de modernidad y de reclamo de reales o supuestos derechos territoriales. En Corea del Sur, la población ha cobrado conciencia del significado de democracia, estado de derecho y justicia, y se revela contra exgobernantes que se mostraron corruptos y prepotentes.

 

Al tiempo, los Japoneses luchan denodadamente contra la corrupción, pero parece que no quieren cambios estructurales y siguen operando con un sistema impuesto y absolutamente ajeno a su ideosincracia y tradiciones milenarias. Ajeno, sí, pero que ha servido a los fines del capitalismo al haberse construido una economía eficiente y altamente competitiva.

 

Por otro lado, China, la legendaria y enigmática, reclama su soberanía sobre Taiwán, el refugio de los Chinos capitalistas luego del triunfo de Mao en el continente. En el Congreso del Pueblo, en Pekín, todas las nacionalidades chinas tienen su pabellón propio que las identifica y distingue. Taiwán tiene el suyo, vacío, pero atendido y abierto, esperando el regreso de los hermanos… EE.UU. tiene metida la nariz, de manera abierta y provocativa, anuncia su participación militar en caso de ataque, ¿será?.

 

Lejos de la misma situación, pero en disputa, encontramos a Hong Kong que en el fin de siglo pasará del control Británico al de la República Popular de China. Mientras la egemonía ideológica y económica de China se ha fortalecido en el sureste asiático, al tiempo que su economía nacional se fortalece y su injerencia fuera del continente parece haber disminuido significativamente.

 

 

                           ALGO MÁS CERCANO Y SENSIBLE

 

Como resultado de la caída de la URSS, Cuba resultó seriamente afectada. No sólo decayó el sólido apoyo político que recibía de Rusia, también el económico y con consecuencias catastróficas para el nivel de bienestar. Las simples limitaciones se transformaron en grandes carencias de energéticos, materiales estratégicos y básicos y de alimentos primarios.

 

Tanto que la isla ha buscado afanosamente inversiones internacionales y ha permitido un naciente capitalismo para incrementar la oferta alimentaria en un mercado libre limitado. Todo parecía mostrar que el gobierno de William Clinton había llegad a un acuerdo de principio con Fidel Castro. Se habló insistentemente del levantamiento del bloqueo a la isla. Seguramente quedaron detalles pendientes y… llegaron las elecciones.

 

 

Con las elecciones presidenciales de los EE.UU., las fobias de los racistas gringos, y los odios acumulados de los extremistas cubanos exiliados en Miami, se presentó la oportunidad política de provocar incidentes que justificaran la intervención del gobierno de los EE.UU., tanto para echar atrás los avances de entendimiento, como para incrementar la presión, fortaleciendo el bloqueo con la Ley “Helms Burton”.

 

Pero los términos de la Ley son ofensivos y lesivos para muchas naciones, aún para los Estados Unidos, que pretende tener facultades para sancionar a compañías y ciudadanos de otros países, por el hecho de invertir en cuba o de emplear activos expropiados por el gobierno castrista, al triunfo de la revolución. Todo se conjugó: desde la caída e ingresos de la clase media norteamericana, Pat Buchannan y su triunfo en New Hampshire, la aparente debilidad de Doll, la inexperiencia de Forbes, el armado episodio de los avioncitos y  la amenaza de retorno de Ross Perot, entre otras cosas.

 

 

TODO JUNTO, DESEQUILIBRA Y AMENAZA

 

Este panorama de los grandes sucesos y sus tensiones derivadas, muestran a un Estados Unidos solo, único para resolver y plantear sobre libertad, democracia, terrorismo, límites internacionales y todo aquello que usted se quiera imaginar o ellos deseen o ambicionen.

 

A los grandes defensores de la competencia, como mecánica del mercado para alcanzar la eficiencia, les hace falta competencia política. Y lo peor del caso es que, de acuerdo al “destino manifiesto” (calling), que a su saber y entender les marca la providencia, esta soledad puede significar el “mensaje” de su éxito y su derecho a hacer y deshacer del mundo, y los seres inferiores que lo pueblan…

 

¿Añoramos la guerra fría, su competencia y su economía activa? ¿ Es el capitalismo, necesariamente, una economía de guerra, aún cuando sea fría? ¿No somos capaces de construir algo mejor en la paz y el respeto mutuo?

¿VIENTOS DE CAMBIO? O, DECISIONES POSTERGADAS

 

Se constatan cambios trascendentes en las implicaciones de los discursos del 3 de marzo. Ya se veían venir, desde la separación del PAN de la mesa de la Reforma Política, con motivo de la pérdida del municipio poblano. A ello agregó la continuación de las matanzas inexplicables en Guerrero y el video que muestra sin edición, los infamantes sucesos del vado de Aguas Blancas y, a pesar de todo ello, el PRD permaneció en la mesa de la Reforma.

 

La radicalización de la campaña electoral en los Estados Unidos, obliga a un movimiento de equilibrio  por parte de México, movimiento que hoy requiere ser más enérgico y radical, luego de la condena a Cuba, al aprobar el Congreso de los Estados Unidos, la reforma que castiga hasta a los inversionistas no norteamericanos que inviertan en la isla.

 

La comunidad internacional se unirá en protesta. Ya lo han hecho conjuntamente la Unión Europea (UE), Canadá y México. El neo-imperialismo que se muestra en la necesidad de asegurar la reelección del Presidente Clinton, llevó a aprobar, sin los cambios que el mismo Clinton había demandado, un bloqueo que, de ser efectivo, posiblemente no levante una rebelión interior en Cuba; ahí sólo aumentara la miseria, pero, fuera de la isla, sí provocará una protesta internacional en contra de los Estados Unidos.

 

 

 

                                   LAS POSTURAS DEL PAN

 

El retiro del PAN es realmente inexplicable. El coraje y la frustración por perder el municipio de Huejotzingo, pueden entenderse y hasta aceptarse, lo que no quiere decir que tengan la razón moral y menos la razón legal, siendo ésta la que importa en este caso. En realidad el caso es algo pequeño contra la oportunidad de participar en la conformación de una reforma electoral que construya las instituciones que puedan evitarlo de manera definitiva.

 

 

Una presión coyuntural que pretende provocar una acción fuera de la ley, como lo sería en este caso la intervención de la federación en Puebla, y que, además, se produce como consecuencia de un acto legal, no puede ser argumento de quienes reclaman legalidad y moralidad, mientras presumen de que ellas constituyen la base inamovible de su conducta.

 

Estas pataletas constituyen un grave error del PAN. Dan base seria para fundar sospechas de los “arreglos” que fuera de la ley realizaban con Carlos Salinas; quizá como respuesta a las presiones panistas, acompañadas del odio que les tuvo o aún les tiene, a los descarriados integrantes de la “Corriente Democrática” que se separaron del PRI, y que tanto problema le causaron en 1988 y después de 1994.

 

 

 

EL RUMBO APARENTE DE LOS CAMBIOS

 

Quizá el PAN ya se sienta suficientemente fuerte para pelear a la mitad de la arena con el PRI.  Fernández de Cevallos en evidente suplantación de Castillo Peraza, que casi ya no habla, ¿se había dado cuenta?, tiene la osadía de afirmar que el presidente evidencia en su comportamiento un plan contra el PAN; “una declaración de guerra”. Osadía, porque se le olvidó muy pronto su poco ético y no muy honorable concertacesionismo.

 

Como segunda fuerza política en el país o piensan que pueden alcanzar la mayoría de la Cámara de Diputados en 1997, o que el PRI no logrará mayoría absoluta, 50% más 1. Esta situación nos llevaría a un régimen semiparlamentario en el que las alianzas serían indispensables para legislar. Quizá en este escenario esperen ser la posición decisoria, cosa poco probable.

 

Hay una alianza entre el PRI y el PRD instrumentada desde la Secretaría de Gobernación. Comenzó con las dificultades en tabasco y el bloqueo a las actividades de PEMEX. Negociaciones secretas que marcharon con sigilo y efectividad. Esto evita que el PAN sea factor de decisión en una Cámara semiparlamentaria.

 

Por otro lado la aplicación de la facultad constitucional en el caso de Aguas Blancas, sienta un precedente de importancia capital, si la sociedad civil lo sabe capitalizar. Someter a los gobernadores “levantiscos” que parece han confundido el “estilo de gobernar” de Zedillo, constituye un elemento estabilizador y de cotas, límites, a los presidentes chiquitos, gobernadores, que enfermos de poder, sueñan con grandezas supuestas de tiempos idos.

 

Ahora le tocó a Guerrero, pero la advertencia del Secretario de Gobernación es amplia: “Hay que recordar que el federalismo no se pactó para crear ámbitos excluyentes de los controles de constitucionalidad y legalidad a los que cualquier autoridad está sujeta, más bien, la fórmula federal se adoptó para fortalecer niveles propios de responsabilidad”. En otras palabras, rebasado el límite, intervendrá el derecho federal, con la voluntad presidencial acompañada y fortalecida con la indignación popular.

 

 

                          LOS INTENTOS POR LLEGAR A SER

 

 

Así las cosas, se vuelve conveniente repasar que los modelos de país que han existido comienzan con el planteamiento de Morelos en sus “Sentimientos de la Nación”, deseando, entre otros puntos, que las leyes sirvieran para, en la libertad, moderar la opulencia y la indigencia -justicia social. Luego, la  Constitución de 1857 consagra los postulados liberales de hacer de México una “república representativa y popular” -democrática-, eliminando fueros y privilegios, y al feudalismo. Pretendieron eliminar la sumisión del pueblo a la iglesia -el clero-, y a la aristocracia -el criollismo-, para hacer soberano al ciudadano.

 

La revolución de 1810 intenta amalgamar las tendencias de la nación y procura mezclar, en las garantías individuales y las sociales, los planteamientos fracasados del pasado: la libertad y justicia social de Morelos, con la búsqueda del respeto a la ley -estado de derecho-, y la libertad y la democracia de la Constitución de 1857, replanteada por Madero junto con el fortalecimiento del nacionalismo.

 

Este intento se trunca en 1929 con la invención del presidencialismo mexicano. Cae la democracia y la posibilidad de justicia social queda en el intento de Cárdenas. El estado de derecho, así, simplemente no existe. El desarrollo estabilizador traía consigo mismo su pronto fin. Nunca hubo justicia social, se simuló en el crecimiento sin sustento a largo plazo.

 

De los tecnócratas poco necesitamos decir: A fin de cuentas no hubo ni justicia, ni democracia, ni solidaridad… Sólo alcanzamos prepotencia, impunidad, desnacionalización y nunca alcanzamos la eficiencia, competitividad y globalización ofrecida, buscada descontroladamente.

 

 

EL RUMBO DESEABLE DE LOS CAMBIOS

 

Así, parece que debemos recapitular. Buscar identidad, nutrirnos de nuestra propia historia.  Hoy carecemos de postulados, de modelo, de moral. Necesitamos posturas de ética política que restaure la credibilidad púbica en el poder y desear ser, identificados con la nación, la patria para vivirla en el estado de derecho, la democracia, la justicia social, la libertad…

 

José María Morelos tenía razón y hoy parece ser suficiente razon para intentalo de nuevo. ¿Usted que piensa?

NACIONALISMO “vs” GLOBALIZACIÓN

Valey Giscard D’Estaing, presidente de Francia (1974-1981), narra en sus memorias que, encontrándose en Suiza con motivo de una reunión internacional, platicaba con Mohamed Reza Sha Pahlevi, Sha de Irán (1941-1979), respecto a los intensos cambios que éste se encontraba realizando en su país.

 

Comentaba el Sha sobre las grandes inversiones que gracias a los ingresos del petroleo, transformarían a su país en el mediano plazo, trasladando a los tradicionales pastores de ovejas, del campo a los centros industriales. Pretendía cambiar a la nación, de una economía campesina (de subsistencia), a una economía industrial y de servicios. Pensaba que nadie podía resistirse al cambio que le garantizaba mejor nivel de vida. Realmente creía que todo estaba previsto para ese tránsito hacia la grandeza mesopotámica.

 

Con gran calidad de estadista y diplomático, D’Estaing intentaba inducir al Sha a una reflexión simple:

¿Era factible el cambio, a la velocidad que lo planeaba el Sha, sin que se produjesen tensiones o rupturas estructurales, que lo limitaran y hasta lo evitasen?.

 

Hoy sabemos la respuesta que probablemente en la arrogancia, el Sha no quiso considerar. El desarrollo forzado, impuesto, causó profundas rupturas sociales (estructurales), provocando el retorno de Ruholla Jomeini (1900?-1989), el “ayatollah” que en 1979 instaura la República Islámica, la mayor reacción fundamentalista de este siglo; habrá que recordar a Salman Rushdie y su libro “Versos Satánicos” publicado en 1988.

 

Las fechas señaladas no son un exceso de precisión, pretenden reiterar que todo se sucede en este siglo XX. Los más asombrosos adelantos, humanísticos, tecnológicos, políticos; junto a respuestas regresivas, desconcertantes, por su origen y magnitud, o reivindicatorias, justas, apegadas a nuestro destino. Todo depende desde que ángulo las observe..

 

HASTA EN LAS MEJORES FAMILIAS Y PAT BUCHANAN

 

Pues sí, en los Estados Unidos, el sentimiento que todos habían descuidado y que Buchanan detectó, y está explotando, no es otra cosa que un nivel de fundamentalismo; es nacionalismo. Ellos presumen de que son un Estado sin nación ni ideología, y la verdad es que su pueblo, su clase media, sí tiene principios y postura propia. Las recientes primarias de New Hampshire así lo demuestran.

 

 

Entre otras cosas, Buchanan dice: “El TLC  y la Unión Mundial de Comercio (UMC antes GATT), constituyen la rendición de la soberanía estadounidense”; “No volveremos a negociar tratados que beneficien a las grandes empresas y se lleven los empleos a otra parte”; y, así continua con “el gran muro”, la “invasión de zulúes y mexicanos”; militarizar la frontera; y muchas otras cosas más.

 

EL NACIONALISMO

 

El paso de la aldea medieval a la ciudad conglomerada, la sustitución de la lealtad a la iglesia o a la familia reinante, hacia algo que se posee, al tiempo que se le constituye, fueron el paso fundamental para constituir el nacionalismo. Contribuyeron fundamentalmente la revolución de los Estados Unidos de Norteamérica y la revolución Francesa; sin menospreciar la revolución industrial y la desintegración de la época feudal.

 

Esta, sobre todo, cuando elimina las clases y fueros, integrando la Asamblea Nacional donde todos eran, por vez primera,  iguales, al tiempo que la convocatoria dice: “Marchen, hijos de patria”, “Allons enfants de la patrie” (patrie, patria, padre tierra).

 

Nacionalismo viene de nación, la que a su vez proviene de nacer. La común descendencia, el lenguaje y la religión, han sido los factores integrantes que, amalgamados por un movimiento -política- que persigue la realización de aspiraciones populares, relativas a la sociedad, la cultura y la economía, integraron lo que hoy conocemos por un estado-nación. La educación fue el vehículo para que la gente conociera y reforzara su pasado común, sus tradiciones, generando el proceso de identidad y de sentirse responsable por la permanencia de la nación.

 

El nacionalismo es pues, un fenómeno antropológico-social, motivado por aspiraciones políticas y por definición es excluyente y aislacionista. Es defensa, agresión, destrucción, eliminación…  Es tener “cosas en común y olvido común”. Es “Mexicanos al grito de guerra… “. No acababa de pasar 1845… Estaba entre las cosas en común, el olvido común, del todo, aún no ha llegado.

 

CHIAPAS & CLASES MEDIAS GRINGAS “vs” TLC Y UMC

 

Acepto que para muchos es grotesco; pero la razón de origen, la motivación íntima, es plenamente semejante. Es exactamente la misma: Defender desde el origen, lo que sabemos, construimos, sentimos y sufrimos nuestro, dentro del horizonte histórico de nuestro pasado, presente y futuro. Si a ello le agregamos un racismo beligerante, ante otro disimulado; un profundo sentido de superioridad, frente a insuficiencia de identidad;  y un destino manifiesto, contrastado por un ir y venir de norte a sur y de norte a oriente, las cosas parece que se aclaran.

 

Los ataques que realiza a la sombra de la campaña política de los Estados Unidos, el Sr. Patrick (Pat) Buchanan, lo único que están haciendo es enfrentar nacionalismo frente a nacionalismo, cuando la apuesta de sus contrincantes era y aún es por el pos-nacionalismo.

 

Clinton, Dole y los demás, apostaban por la globalización que demanda de competencia, eficiencia, apertura comercial, administración pública pequeña, bajos impuestos, altas tasas de ahorro interno y transparencia jurídica; todo ello con origen en la educación y la capacitación. Si todo ello se cumple, el premio es buen desarrollo económico y un maduro sistema democrático. Pat descompuso la escena.

 

LOS EFECTOS DE LA CAMPAÑA GRINGA

 

 

Al corto plazo son más probables los corajes y las noches de sueño ligero. Lo que debemos anticipar es el mediano plazo. La “revuelta campesina” encabezada por Pat, que en nada se parece al Che Guevara,  (según Martin Fletcher del “The Times”), va a mover de manera definitiva el punto de referencia del próximo gobierno de los Estados Unidos. Necesariamente será más nacionalista y vuelto hacia dentro, de lo que ha sido hasta hoy.

 

Es muy seguro que todas las bondades esperadas del TLC y de la UMC, al menos, se pospongan. Pero,  en México, ¿es posible posponer la reactivación de la generación de empleo?, ¿cancelar la emigración?… Los recientes viajes y negociaciones del Presidente Zedillo, poco fructífero el de Europa, alentador el de Latinoamérica, y las recientes visitas de Brazil y Guatemala, prometen algo, pero es de nuevo el péndulo de norte a sur y de norte a oriente. Difícil esperar algo.

 

Nosotros también tenemos que regresar hacia dentro. Parece que ya no nos quieren afuera; ¿Alguna vez nos habrán querido de verdad? En todo caso, busquemos acompañarnos con los que sentimos cierta afinidad, pero acompañarnos para defendernos. En esta tarea, la pequeña y mediana industria y el mercado interior, vuelven a tomar relevancia; es que, en realidad nunca la perdieron.

 

Hoy hay quien en silencio se pregunta ¿por qué los habremos abandonado? Volvernos un país netamente exportador, demanda de divisas, tecnología, ahorro, inversión, capacitación y de  mercados abiertos; y, ¡todo ello nos es notoriamente escaso!, o, fatalmente, ¡esta por entrecerrarse…! Bueno también demanda de tiempo; ¿lo tenemos? ¿lo concederán los casi desesperados mexicanos?

 

                                               ¿CABE ALGUNA REFLEXIÓN?

 

¿Que ha sucedido en los últimos trece años y meses? ¿Falló la velocidad, el nivel de apertura, los términos de negociación, la visión de estadista? ¿ nos dañó dramáticamente la ambición que no supo cumplir ni con el modelo neoliberal? ¿Que nos sucede ahora, que nos mantenemos en nuestra terca persistencia? ¿ Cuál es nuestro horizonte, nuestro modelo, nuestros escenarios alternativos y sus medidas compensatorias?

 

¿Nos lo merecemos?, ¿Hemos aprendido? ¿Debemos actuar…?