De los vientos de España…

Siento bastante inútil sentarse a una mesa, en compañía de un café y con algunos contertulios de diferente visión y, ahí, discutir, atacando, defendiendo y serenando el papel del abdicador Juan Carlos I; de nada sirve ondear banderas borbónicas o republicanas.

 

España es lo que hoy es, con crisis, recuperación, democracia relativa, y lo que usted desee, gracias a que la paciencia, visión, negociación, diplomacia, cualidad de organización y el saber rodearse de valores humanos, del citado Borbón.

 

No hubo duda cuando fue nombrado Rey de España, trabajó febrilmente para lograr romper al franquismo en su raíz misma de autoritarismo, dogmatismo religioso e intransigencia, colocando a España cercana a las monarquías constitucionales europeas, al lado, más o menos, a las democracias modernas.

 

Haber conllevado a los recalcitrantes comunistas españoles, a los anarquistas, a los furibundos revolucionarios, a los extremistas monárquicos, a los autoritaristas a ultranza, a las presiones internacionales, al menos de Europa, América y Rusia, a los militares triunfadores en la cruenta guerra civil, y más…  no fue, todo ello, producto de la casualidad ni de un solo hombre, fue obra de un equipo, inteligentemente formado, bien encabezado, bien integrado, bien coordinado y bien llevado, al fin claro que el monarca tenía ya trazado, y deducido de: sus propios principios, los deseos del pueblo español, los estilos en boga, y de los grandes errores del franquismo.

 

Creo que Juan Carlos es un héroe de España, un demócrata universal, un ser humando de grandes cualidades y, también, un hombre común… sujeto a pasiones, ambiciones y lo que usted mande, pero su balance, su herencia trascendente, es altamente positiva para su país y para las patrias libres del mundo. Mi memoria llama a Francisco Alonso de Bulnes quien en una simple fotografía de Juárez, jugando a las cartas, basaba sus dichos de descrédito y perversión…

 

Hablo de historia, porque ese hombre es ya parte clara de la historia, pero no soy pro monárquico o pro juancarlista o felipista… Tampoco me asusta el que alguien, siendo sólo presidente honorario de una agrupación protectora de animales, cace elefantes, se caiga y se rompa la cadera, estando en compañía de una amiga que se supone íntima…

 

Las llamadas monarquías constitucionales, las veo como un resultado idiosincrático aún en perfeccionamiento; un instrumento de la tradición, vencido por los anhelos de libertad y con intereses populares en mantener figuras institucionales, en quienes, para ellos, representan el  “origen”, glorias y esperanzas … los veo como pasos lentos hacia una “democracia” plena. “Agarrarse” un poco del pasado, probando progresivamente el futuro…

 

Para mí, es conceptualmente inaceptable pensar en un monarca con derechos sucesorios por sangre, o en un nacionalismo también basado en el origen de sangre…

 

Creo que España llegará a la República, igual que todas las monarquías europeas; no sé cuándo, pero ello será posible y duradero, para los españoles, cuando los españoles mismos construyan sus instituciones, en concordia y en institucionalidad; algo similar ya fue hecho en España, en circunstancias mucho más complicadas y, lo dirigió, muy exitosamente, Juan Carlos.

 

De Felipe de Borbón y Grecia, poco se puede decir aún, lo único que me parece, es que promete… y creo, y espero, avanzará en institucionalidad democrática creciente, para el bien de España, de los españoles y de la democracia, en momentos en que los extremos, están llegando a la representación popular…

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