Sentimientos encontrados…

Estos días, para muchos, corren como noticia del pasado y, para otros, llenos de recuerdos encontrados, quizá, aún no asimilados; segundos bastaron para destruir vidas y haciendas, para marcar a hierro al rojo, el pensamiento y la relación de valores de la vida cotidiana.

 

Lo primero fue levantarse, hacer conciencia de que se había cambiado, en mucho, la relación de la sociedad consigo misma y para con las autoridades; la solidaridad surgió, seguramente de genes soterrados, y vibrante, se mostró sin interés, con todo desapego.

 

Las ropas desgarradas por varillas, alambres, grandes trozos de concreto; las manos comenzaron a dolerse y en casos a sangrar, pero la búsqueda no se detenía, se oían voces, llantos y quejidos, mujeres, niños, hombres, gatos, perros y más, manifestaban su presencia y esperaban auxilio.

 

La esperanza surgió de la comunicación inconexa, del saber que había alguien enterrado y que el enterrado sabía que alguien luchaba arriba, consigo mismo, para alcanzarlo y regresarlo a la vida, a la libertad, al sol de día.

 

Se manifestaron los más nobles sentimientos y héroes hubo muchos… la mayoría anónimos, sin reconocimiento externo alguno, únicamente con su satisfacción de haber procurado, en esfuerzos que colindan con el límite, la preservación de la vida, la sanación del dolor, minimizando los traumas y las sombras que, ciertamente, de muchos no se han ido.

 

Eso fue hace muchos años, hace casi media vida, los efectos positivos de la reacción social, se fueron diluyendo, comenzaron épocas de otros miedos y terrores, de riesgos de vida, de pérdida de seguridad, de perversidad, maldad y abuso.

 

El sentimiento entonces surgido, mostro gran fuerza y llevo a todos los vecinos a realizar labores conjuntas, ordenadas, coordinadas y sin diferenciación de edad, sexo o estatus pretendido; ahora nos falta ese empeño de resolver unidos y solidariamente nuestros problemas comunes, dejamos que impere el interés sobre la templanza y a la vista del futuro a cualquier plazo.

 

Son días de sentimientos encontrados… debemos transformalos en días de sentimientos y propósitos unificados… si lo logramos, algo habremos aprendido y buena herencia recibida; de otra forma, nos volverán a aplastar las sorpresas de la vida…

 

Debemos aprender y aprehender de la historia…

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