FUNDAMENTLISMO GRINGO O, ¿SIMPLE CONVENIENCIA?

 

Asombra comprobar que los Estados Unidos de Norteamérica, desde su gobierno mismo, habiendo actuado el legislativo y el ejecutivo, y, además, por las circunstancias que usted quiera, están reeditando el “fundamentalismo”. El mismo que llevó a los “pilgrims” a ser expulsados de Inglaterra e iniciar, en el nuevo continente, lo que hoy es la nación más poderosa del mundo, la nación más “libre” de la tierra, el defensor universal a ultranza de la “democracia” -¿pluralidad?.

Es el país que construyó la primera Constitución que consagra los principios republicanos y democráticos,  y su texto constitucional parece estar siendo contradicho en sus principios mismos. Cierto que están en época de elecciones y se puede asegurar que la Ley “Helms-Burton”, que hace días promulgó el presidente Clinton, no operará en pleno. Sin embargo, la confusión y malestar que causará, sí será trastornante de las relaciones internacionales.

Cuando se declara desde el poder legislativo de aquel país, que los tratados internacionales no prevalecerán sobre las decisiones “nacionales”, se atenta contra los cimientos de la convivencia internacional pacífica, y parece venirse por tierra el proceso de globalización que tanto han promovido ellos mismos, y en el que se encuentra involucrado, prácticamente, la totalidad del mundo. ¿Recuerda usted que hace alrededor de cien años, invadieron China para obligarla a abrirse al comercio?

LAS GRANDES CONTRADICCIONES

Los Estados Unidos de Norteamérica son una nación pragmática, que siempre ha actuado a su conveniencia.  Por sus orígenes mismos, los emigrantes luteranos y calvinistas y luego los anglicanos, todos ellos respetables, en su lucha por la Reforma y su odio contra España -el poder de entonces- y los papistas -católicos romanos- conformaron con los años, una ideología que integra la existencia misma de lo que es hoy aquella nación. Lo que hoy en día se llama el “Destino Manifiesto”.

Llegaron a América en busca de libertad y de la posibilidad de realizar sus ritos y actuar de acuerdo a su propio criterio, fueron varias las corrientes religiosas, pero siempre unidas en la lucha: Lucha por sobrevivir, lucha por llegar a ser -independencia, modelo de gobierno, constitución- lucha por poseer la tierra, lucha por dominar, lucha por prevalecer, lucha por imponer, lucha por obligar…

Su doctrina y principios conformaron una ideología e idiosincrasia que lo justifica todo, todo por su verdad, su peculiar y particular verdad, fundamentada en los principios que enseña la Biblia, los evangelios… Libertad para interpretarlos, libertad para imponer su unívoca interpretación, su verdad, ¡la única verdad…!

Este motor vital, y su pragmatismo a favor de sí mismos, mezclado con la política, la ambición autojustificada de riquezas desmedidas y la competencia descarnada por el poder, el mayor de los poderes hoy conocidos, genera una fuerza amenazante, irrespetuosa e imperial. Esa facultad arrogada para resolver e imponer a otros lo que ellos piensan que esta bien,  imponer lo que les favorece, lo que les garantiza los votos de las clases medias y rurales, hoy también depauperadas y lastimadas, esa facultad, no parece ser ni libertad, ni democracia, ni el imperio del derecho…

                                     LOS GRAVES RIESGOS

En toda esta confusión y contradicción de principios, de ideología, se vierte la amenaza de “castigar” el comportamiento de extranjeros que hayan osado u osen invertir en Cuba o utilizar bienes confiscados por el gobierno resultante de la Revolución Castrista.

Técnicamente es posible confiscar las propiedades de estas personas físicas o morales, ubicadas en los Estados Unidos de Norte América. Las listas de los “infractores” las preparan, aparentemente los cubanos en el “exilio” y con ellas promueven la aplicación de la ley y sus consecuentes “sanciones”. Parece que en estos menesteres hay buen apoyo y asesoría de las agencias de inteligencia norteamericanas a favor de los cubanos de “Miami”, pero ellos aparecen como los investigadores.

Toda la fuerza del poderoso país, a favor de una destacada minoría extranjera, los cubanos, en un alarido fóbico rodeado de racismo, petulancia, superioridad infundada, envuelto en la política electoral. El pretexto de los avioncitos derribados, es muy débil para conmocionar al mundo, aún cuando sea sólo temporalmente. ¿Vio el video del Vado de Aguas Blancas?. ¿Escuchó la grabación de las advertencias de la torre de control aéreo cubana a los avioncitos?

Todo ello amenaza con deteriorar el orden mundial de respeto a los acuerdos y del principio de negociación para la resolución de controversias. ¿De donde un sólo país pretende, aunque sea a manera de finta, regir el comportamiento del resto de los países integrados a la convivencia de intercambios comerciales, tecnológicos y culturales? ¿Cómo es posible que hable de libertad y democracia, cuando su pretensión es prepotente impositiva y contraria a derecho.

EL TAMAÑO DEL PROBLEMA

Ya señalaba que lo más probable es que la famosa ley “Helms-Burton” no se vaya a aplicar. Si acaso habrá “sanciones” simples para los más débiles. Es fundamentalmente una “finta” con fines electorales de nuestro vecino. Sí, pero mientras tanto están en la mira de los cubanos extremistas y los norteamericanos fundamentalistas, 32 empresas del Canadá; 28 de Francia; 27 de España y 26 de México.

El Tratado de Libre Comercio pone a Estados Unidos en posición de litigio con sus dos vecinos. Afortunadamente, en esta ocasión no estamos solos, hoy el Canadá tiene el mismo interés que nosotros. A la fecha en que se escribe este artículo, ya nuestro vecino aceptó entablar pláticas con sus socios del TLC.

El resto de las naciones mencionadas y otras más, tendrán que enfrentar la problemática dentro de las prevenciones del la Organización Mundial de Comercio OMC, antes GATT. Es de esperarse que éstas se inicien también pronto. Estados Unidos tiene otros intereses que cuidar. La egemonía ampliada con la desintegración de la URRSS se podría ver seriamente debilitada por contrapresiones respecto a bases aéreas y marítimas y corredores militares aéreos en distintos países que pueden resultar afectados.

Todo este desorden se lo debemos a la campaña electoral gringa. Esperemos que el tiempo pase pronto y que de estas presiones no resulten mayores daños. Puede soñarse con que los EEUU hagan el “oso” con su petulante actitud que puede llevar a la reelección del presidente Clinton.

¿Y los cubanos?, pues pobres, ni se levantarán en armas o en franca y permanente protesta de masas, ni, consecuentemente, tirarán a Castro. Eso sí, tendrán más hambre y privaciones un poco atemperadas por el verano… Todo sea por la ideología y la capacidad de liderazgo; los sucesos parecen más fortalecer que derribar al nacionalismo cubano.

Y mire usted lo que es la política: En un cambio radical, en principio benéfico, los ejércitos de los Estados Unidos y el Mexicano, están en plenas y francas negociaciones para hacer un frente unido al narcotráfico. Debemos estar muy atentos a los acuerdos que se deriven, pero, ¿no le parece curiosa la política…?, ¿aparentemente contradictoria y enigmática…?

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