El Vaticano, ¿Institución Humana? – ¿Institución Divina?

 

Defraudar a un niño, cometerle felonía, degradar su autoestima, hundirlo en la incertidumbre, marcarlo para el resto de sus días psíquica y hasta físicamente, es un crimen descomunal pero, mucho más común de lo que nos imaginamos, y aun, de lo que se imaginan quienes lo cometen.

 

Pero como decían en mi pueblo: “tanto peca, el que mata a la vaca, como el que le agarra la pata” o, como diría un abogado: “complicidad”. Ambos merecen la aplicación de los correctivos legales, de la norma vigente y de la moral, que llaman “moral pública” -mora morare- del área en que se comete.

 

Estos comentarios usan menciones directas, llamando a las cosas por su nombre, si pueden ofenderle “palabras crudas” o descripciones directas, mejor será que busque otra cosa para leer… No hay intención de causar “escándalo” en nadie.

 

Este aberrante comportamiento, bastante generalizado, para desgracia de la humanidad misma, se refiere a hechos de naturaleza sexual: Tocamientos, que no caricias, de carácter general o específicos y repetitivos, en el clítoris, el pene, o el ano, como la masturbación practicada a ambos sexos, o la estimulación en el área de los pechos, generalmente los femeninos, los besos y soplidos en el cuello, y más.

 

Le siguen la penetración del pene en la vagina y, lo que puede considerarse una desviación, la penetración anal; están también los estímulos verbales que activan a la pituitaria para la generación hormonal y activar el deseo sexual, que en un inocente ignorante, genera desconcierto profundo y con gran potencial de daño psíquico…

 

Pero esto es más grave cuando se hace con engaño, con seducción, con abuso de poder, de autoridad o de confianza, cuando se practica en personas que ignoran totalmente las sensaciones y reacciones sexuales y que no tienen educación en el tema; creo que en este país casi nadie la tiene y los que sí, pues la tienen un tanto incompleta, mal orientada por aberraciones religiones o por deformadas ormas morales.

 

Pues estas prácticas se dan cotidianamente en las congregaciones religiosas de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. Claro se dan también en las escuelas, en la casa, en los prados y los rincones, y se dan, por sacerdotes, monjas, maestros, entrenadores, alumnos mayores -hombres y mujeres- hermanos, primos, tíos, abuelos, sobrinos, desconocidos y más, y de todas las tendencias sexuales.

 

Pues eso, así descrito y mejor practicado, fue lo que realizó el mexicano, michoacano de Cotija, Marcial Maciel Degollado y, todo eso, fue denunciado privada y públicamente desde hace muchas años, no es, ni fue un nuevo descubrimiento, más bien, fue un prolongado encubrimiento del poder basado en el dinero, y escondido en las cínicas tendencias populares de negar la verdad y confundirla con la envidia.

 

La historia con los jovencitos seminaristas, usted ya la conoce; la negación a sí mismo, contrariando el “voto de castidad y de pobreza”, su promesa al profesar, y más, que hizo por voluntad propia, ante pésimos maestros de la lealtad a sí mismos y a las ideas que dicen practicar, es, también hecho consumado.

 

A fin de cuentas, crudamente dicho, el comportamiento de Marcial Maciel Degollado, se encuentra dentro de los estándares humanos; su auto juicio, en el momento previo a la muerte, pudo haber sido terrible, pero eso no dispensa, no repara, no borra el daño hecho.

 

Pero, si te arrepientes, “todos tus pecados te serán perdonados”, “que excelente oferta…”

 

Así las cosas, todo esto, a pesar de lo que digan… se conocía en todo el Vaticano y se solapó, se entró en complicidad, quizá porque quienes debieron corregir, o tuvieron el mismo problema, el mismo comportamiento o, quizá, por alguna otra oculta perversidad generada por el dinero…

 

Todo indica, entonces, que la Iglesia opta por el mal menor y rápido, tal como santificar al inexistente Juan Diego, busca el reconocimiento de las masas irracionales y santifica a quien solapó aquello que los evangelistas dicen que se dijo así:

 

Según Marcos: “… al que escandalizare a uno de estos pequeñitos que creen en mi, mucho mejor le fuera que le ataran al cuello una de esas ruedas de molino que mueve un asno, y le echaran al mar.”

 

Según Lucas: “Imposible que no sucedan escándalo. Pero ¡ay de aquel que los causa! Menos mal sería para él que le echasen al cuello una rueda de molino, y le arrojasen al mar, que no que él escandalizara a uno de estos pequeñitos.”

 

Y, el solapar, encubrir, tolerar el daño por abuso a los niños, ¿escandaliza o no…?

 

A fin de cuentas, “todo lo que atares o desatares en la tierra, será atado o desatado en el cielo”; preciosas bases de legitimidad y derecho para una autoridad…

 

Y que puede hacer la Iglesia, si los hombres que la rigen están hechos a imagen y semejanza…

 

Parece así, que la Institución es más humana de los que muchos defienden y dicen creer…y que así parece que sus ministros no son dignos, ni legítimos, ni para aconsejar, ni para de dirigir, los comportamientos ni las conciencias de los hombres que, también, estamos hechos a imagen y semejanza…

Ahora ya es domingo 27 en Roma, todo debe estar listo para el gran mitin y la algarabía popular; en unas siete horas, todo estará consumado; la faramalla, está por iniciar…Que cada quien lleve lo suyo…

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