En mayo llegaron las lluvias ligeras
que amarran la siembra y promete cosecha.
En mayo se abrieron los lirios en flor,
azucenas y otros, algunos de olor.
Terminó la nieve, el sol llevó el frio;
salimos corriendo a ver el verdor,
en ello encontramos los niños vecinos:
Ahora son hombres hambrientos de amor.
Ahí están las chicas, ya no son las mismas,
tiñen sus mejillas de rojo candor,
nos ven, y se esconden, pero nos esperan,
saben que algo existe, quieren compartir..
Fuerzas interiores dominan sus pechos,
capturan su vientre, las hacen sufrir.
Sufrir deleitoso, que se goza mucho,
se goza en la espera de no saber qué.
El cuerpo reacciona, hoy veo la belleza;
los pechos turgentes que antaño ignoré,
caderas y piernas, ojos milagrosos;
ojos que encadenan con solo mirar.
Que no los encuentre, que no vean los míos,
porque si nos vemos, nos van a envolver.
Basta una mirada, caer en ensueños,
caer en locuras, caer en solaz.
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Llegarán los días, aún desconocidos,
en que se diluyan las fuerzas de mayo;
madurará el fruto, logrará colores,
qué bellos amores de mayo que son…