Doña Concha y la fe

Estimo que aquí, a la luz de aquellos que nos han leído y, seguramente reído de nosotros y nuestras diferencias insustanciales, al menos para mí, aquí pues, es mejor este comentario.

 

Pues todo el día de ayer estuve sin energía eléctrica y consecuentemente, aislado del mundo: ya entrada la noche y surgida la tenue luna, escondida por las nubes que barruntaban tormenta, volvió, pero ya era tarde para dedicarse a menesteres de revisión de comunicados y consideraciones derivadas.

 

Costo alguno tiene el vivir en el bosque, cercano a la naturaleza, alejado del ruido urbano, como dijo aquel… “del mundanal ruido…”. Pero mire usted, cerca de la guarida, guarida de las bestias a las que Francisco hablaba, y de aquellas bestias, denominadas de “dos patas”, que cometen indecibles tropelías y permanecen en la impunidad.

 

Hoya más que nunca, es probada la falsedad del dicho popular: “el que la hace la paga…” Éstos son los de cuello negro, los de blanco, igual de pillos y de impunes, viven entre ustedes, en el área urbana y, como siempre, sostenidos por los de azul… los que siempre cantan y lloran, siendo consolados con la “esperanza de una vida mejor…”

 

Pues que tu correo me llegó a medias, porque en el segundo párrafo del epígrafe 10, se termina el mensaje en medio de la justificación… donde dice “Debió haber sido todo un éxito porque el emperador de China lo nombró consejero, siendo el primer y último caso, donde un occidental…”

 

Creo que la fe, otra gran contradicción, “os será dada” pero búscala… es algo etéreo, exactamente igual que el dogma, o mejor dicho, es parte del paradigma dogmático de la iglesia; pues eso, la fe, no genera más allá que una semejanza en modos de pensamiento: aquellos, los que se sujetan a que les digan lo que deben creer y a que los dirijan en obediencia debida y, esos, de otra estructura, que prefieren la permanente incertidumbre de la duda, la continua búsqueda de la explicación, por medio de la razón, el privilegiado instrumento de la inteligencia. Aquellos que optan por la cara y difícil libertad…

 

Ello pues, la fe, no es razón de diferencia, grave error las guerras religiosas y que el llamado Papa montara el brioso corcel blandiendo la afilada espada de la guerra, para “conservar” los estados vaticanos.

 

Antes, las cruzadas, infinitamente crueles y alejadas de la prédica de la fe, ciega por naturaleza, dejaron de ser la grandiosa oportunidad de haber creado una gran Europa sincrética, libre y desprendida, como lo fue España antes de Isabel y el extremismo religioso.

 

Bueno, habrá que reconocer que la España, como identidad nacional, hoy en abierto deterioro, se dio por la unidad religiosa impuesta por las armas, los horrendos miedos, y las terribles torturas, insidias y falsos de la Santa Inquisición… un gran instrumento político, y hay quien aún dice: “Bendito Torquemada…”

 

Por ello me encantan los del Olimpo… ellos si eran, o son, a nuestra imagen y semejanza… o, ¿era a la inversa…? Creo fervientemente que como todos los dioses, esos estuvieron mejor inventados, lástima que cayeran en desuso, realmente, esos me gustan…Zeus, Afrodita y sus adláteres, sí que me siguen gustando.

 

Así también las bellas musas, incluida la décima, hermosas damas, siempre en lo suyo y, siempre perseguidas por singulares entes, los sátiros, eternos demandantes de su amor, perseguidas por allí, por entre los pastos y matorrales de los bosques por donde Pan endulza la vida con su flauta transversa… y la compañía de Dionisio; o, era de pico…

 

Y, los griegos, no vivían mal…

 

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