Estado de Derecho…

 

Cosas interesantes se están sucediendo… marchas “autocontroladas” y bien portadas; algunas, no confiemos aún, la civilidad no es característica de los mexicanos, algunos ni siquiera saben lo que quiere decir civismo (“Comportamiento respetuoso del ciudadano con las normas de convivencia pública.” DRAE). Pero ya hemos visto marchas varias con alta civilidad, otras no tanto, porque a los encapuchados los dejan hacer, son niños amañados que saben soltar el llanto a tiempo, con o en la oportunidad debida…

 

Tenemos que iniciar por ponernos de acuerdo en que es el Derecho, y lo más simple puede plantearse como el resultado del acuerdo social que, vía diversos mecanismos preestablecidos y regulados, diseñados con la representación social, han normado la convivencia en sociedad; entre los unos y los otros individuos o grupos de ellos y con y para con sus instituciones..

 

El Derecho, visto así, se deriva de la formación misma del Estado; regulaciones las ha habido sin la existencia del Estado y Éste, se forma por, la población, el territorio, soberanía, gobierno, la lengua (cultura que integra) y un fin común. Fin común que genera el sentido del nacionalismo y regionalismo y el deseo de convivir “amablemente” y protegerse y proteger bienes, de grupos externos que aspiren a poseerlos.

 

De otra forma, el Estado no es el gobierno, no es la sociedad, no es el territorio, no es la cultura, ni todo lo que ella integra; el Estado es la conjunción de todo ello y más e, independientemente de sus orígenes históricos, hoy, es un sentido de identidad que se cohesiona y fortalece con cada una de sus partes y en donde, a cada una de sus partes, le corresponde un quehacer y su responsabilidad específica.

 

Así, las “Instituciones”, que muchos quieren mandar al diablo “Al diablo con las instituciones”, son los instrumentos que se generan, se construyen, en el accionar del Estado, para procurar el “fin común” o, la sobrevivencia del Estado, el actuar armónico de la sociedad, para su propio desarrollo integral. Sin instituciones, lo único que queda es la dictadura, el Estado desaparece y el accionar social se anula. No hay Estado moderno en la dictadura, esa figura no existe.

 

Cierto, las instituciones que se crean para el bien, no siempre resultan como se pensaron, y para ello existen reglas que permiten modificarlas en la vía del derecho y el orden, que no, del espaviento, el mensaje mesiánico o el abuso o magnificación del momento, de la coyuntura.

 

De ello podemos decir que el Estado de Derecho es el espacio donde la sociedad determina a los coyunturales ocupantes de los puestos de responsabilidad capital que componen el gobierno en sus tres órdenes y en sus divisiones, cada una con sus funciones propias y que se equilibran entre sí; y, donde existe una corresponsabilidad directa de las partes que se auto asumen cumplidoras respetuosas y ejecutoras de las reglas o leyes y de las decisiones de las instituciones.

 

De otra manera, seamos realistas y no activistas negativos; hoy se está mencionando con desparpajo, con irresponsabilidad y por maldad, que no creo ignorancia, que el Estado es responsable de los tristes y deplorables hechos como Atlamaya y Ayotzinapa y, cierto, el estado es un todo, junto con la sociedad y el gobierno y, los hombres que operan las instituciones, así, todos somos culpables de los sucesos.

En un Estado de Derecho, para que sea tal, se debe cumplir la Ley, por todos y cada uno de sus integrantes, ya sean personas físicas, morales o instituciones.

 

Culpar al Estado es, auto responsabilizarse, o pensar de manera “anarquista”.

 

Lo cierto es que los gobiernos en sus órdenes federal, estatal y municipal, parece que incumplen, en mayor o menor grado, su obligación de cumplimiento a la ley, el mejor ejemplo es Oaxaca, donde los de la CENTE obstruye, destruye, quema, roba, a la luz del sol, están videograbados, y la autoridad hace precisamente nada… también se dejan ver destacadamente, Guerrero, Sonora y un buen número de municipios que sería largo enumerar.

 

Y, en este ámbito, dónde queda la sociedad, pues fríamente la sociedad, física y moral, nosotros, es una de las dos partes de la corrupción, dejemos de ser corruptos y mucho se arreglará…

 

No podrá haber Estado de Derecho, en donde la ley se cumpla por todos, mientras las partes, todas ellas, sin exceptuar, conforman la unidad llamada corrupción.

 

 

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