Parecían ojos tímidos, cohibidos,
refugiados en el párpado sereno,
bajo leve curva que se inclina,
al nacimiento de ese sol oriental
No sé si de Japón de la China,
quizá vinieron de allá de por Vietnam,
de Cambodia, de Burma o Filipinas;
atisbo que vinieron desde allá, de allende el mar…
Soné con que pudiera contemplarlos,
mis fuerzas ya no permiten más;
el celo indefendible manifiesta
la destrucción de entendimiento coloquial…
No cambiaron su modo de mirada
simplemente la voz manifestó,
los escritos lo dejaron muy bien claro
su desdén, su rechazo, su desprecio apareció…
Mataron el sueño del presente,
más, dejaron el recuerdo del ayer,
que hoy revivo y vivo levemente,
como la curva que ayer me cautivó.