¿Qué es gobierno, qué es gobernar…?

Cuando las instituciones actúan de acuerdo a las normas que regulan a los órdenes de gobierno o a las instancias de los mismos, pero, pero sin contar con el parecer mediático y de algunos o muchos ciudadanos, entonces el gobierno, “está actuando mal” y, a la inversa, cuando actúa por la fuerza de la superioridad o el peso político relativo, en intromisión a las facultades del otro, entonces, “está actuando mal”.

 

Siempre hay un debió haber… un debió hacer… un yo hubiera…

 

Pareciera que los hechos, por sí, son los que, fundamentalmente, de acuerdo a los medios y a los contrincantes políticos, son pues, los que deben marcar el curso y magnitud de las decisiones; ¿Quién entonces entiende el “Estado de Derecho”…?

 

Gobernar parece que carece de una definición académica que convenza a todos o que sea “generalmente aceptada”; gobernar es algo difuso y difícil de ceñir a la regla, a la norma, sobre todo en México donde la autoridad, ejercida aparentemente por un solo hombre, ha tenido destacadas facultades “metacosntitucionales”, ya no digamos abusos, excesos, atropellos y más…

 

Veámoslo coloquialmente, de manera vernácula: recuerdo una anécdota atribuida a Don Adolfo Ruiz Cortines, quien en las “reglas de la época” designó al ciudadano para ser el candidato del “partido” para gobernar una entidad federativa; fue reclamado por muchos de sus cercanos que le hacían ver los grandes defectos del “elegido”, habían todos los inconvenientes aplicables al caso, a lo que el Presidente les contestó: “en política, como en un rompecabezas, en un lugar dado, cabe una y solo una pieza…”. El elegido gobernó.

 

Gobernar consiste pues, en convocar, conciliar, encausar, moderar, alentar, estimular, compensar, dirigir intereses opuestos y competitivos, hacia la opción en la que sus resultados sean más benéficos a la sociedad o, menos lesivos… maximizar lo positivo, minimizar lo negativo…

 

Quien gobierna no es un sabio de todo, no los hay, no existen… quien gobierna es un “tomador de decisiones” que deben propiciar la marcha social hacia un plan preconcebido y generalmente aceptado, un modelo de convivencia o un modelo de nación, por definición, ideal; algo a lo que las mayorías aspiran…

 

Gobernar no es actuar “a bote pronto” o con malicia y fines preconcebidos de corte faccioso, de grupo o personal. No es llevar a “la Quina” con la fuerza del ejército a la cárcel, no es mantener preso a Raúl Salinas con brujería y enterrándole muertos, no son las matanzas del 68, del jueves de corpus, de Aguas Blancas o de Acteal; no es inventar culpables y castigarlos sin más para “resolver” asuntos o presiones…

 

Gobernar tampoco es confundir tolerancia con permisividad e impunidad preconcedida, como sucede con Cue y parece suceder y arraigarse en Guerrero y estar creciendo en el territorio todo…

 

Gobernar es dirigir con normas claras y actuares transparentes, es seguir las reglas que, si llevan tiempo, lo llevan; lo importante es que se llegue a la verdad jurídica, hasta la justicia legal, la que puede llegar a ser bastante distante de la moral, o de la deseada o esperada por grupos de interés apoyados por medios.

Origen de la frase la mano que mece la cuna…

Como buen ignorante que soy, de las 99.99∞ cosas de la vida, y de aún más, desconozco el verdadero origen de la famosa frase con que rotulo este escrito; fue la película estadounidense del reciente año de 1992 y del género “thriller” la que popularizó el concepto de un poder escondido y suficiente para alterar el devenir de muchos o de todos.

 

Aquí vale entender el vocablo inglés “thirll”: “a hole or aperture; esp. a nose-thirl, nostril. OED” y de ahí, del terror que puede causar una fosa, caemos a “to cause to experience a sudden sharp feeling of excitement ‹the news ~ed him› b : to cause to have a shivering or tingling sensation” ´para a fin de cuentas derivar en lo que los gringos definen como “a work of fiction or drama designed to hold the interest by the use of a high degree of intrigue, adventure, or suspense”.

 

Ya he venido insinuando o implicando, que esto que nos sucede, sacude, estremece, escandaliza y hasta espanta, esto, pues, no es de ninguna manera algo simplemente casual, definitivamente es promovido y sustentado… al menos, aprovechado, capitalizado, y de ahí, promovido y sustentado…

 

Quizá el comienzo en sí podría tener objetivo o intensiones distintas, pero el uso y abuso del suceso, ya es producto de “la mano que mece la cuna”. Todo es especulación, partir de pequeños indicios, pero estos movimientos hay que financiarlos y cuestan mucho, mucho dinero, a más de dirección, organización, en la búsqueda de lograr fines específicos. (claro, con una gran maldad e incalculable megalomanía); o, simple, lucha por el poder…

 

Desde otro ángulo, a quién beneficia el estado de inestabilidad que estamos viviendo… a quién le importa muy poco el deterioro del tejido social y los serios trastornos que conlleva… quién está esperando que el debilitamiento institucional le allegue beneficios… quién maquila esos pensamientos de generar caos para resultar un prócer salvador…

 

La aparente o real pasividad o inacción de las autoridades o del gobierno, que no del Estado, debe tener un significado y, el significado simplista de incapacidad o inhabilidad, no es consistente con los antecedentes.

 

No alcanzo a vislumbrar lo que cruza y discurren las mentes de los gobernantes, son los que cuentan con mejor información y dejar que el río corra, conlleva muy serios riesgos y, de tener sentido y plan, puede que grandes aciertos… pero, a qué costo….

 

La tolerancia que es discordante con la prédica del “Estado de Derecho”, es, al menos, desconcertante; creo y por ello insisto, que es mejor una guerrilla que un deterioro progresivo que se escapa al entendimiento social, al tiempo que lo azuza para actuar fuera de la Ley, que al final, no tiene consecuencias jurídicas y, en los hechos, se asegura la impunidad.

 

Si guardar el orden nos lleva al incremento o revitalización de grupos rebeldes, al menos tendríamos un enemigo focalizado y al que se combatiría en igualdad y, sobre todo, con legitimidad.

 

La legitimidad está disminuyendo… sí pudieron resolver con bastante ventura el espinoso asunto de las autodefensas, esperemos también tengan respuesta para esta circunstancia; aunque también debemos desear que nuestra esperanza no se agote… mientras se incrementa el abuso de la figura de los Derechos Humanos y se acepta el saqueo, la destrucción, el incendio y la recurrente obstrucción de la vida cotidiana y el deterioro de la institucionalidad.

Nubarrones de Tierra Caliente…

Como todos sabemos y hemos comprobado, el pronóstico del tiempo no es exacto y suele ser exactamente contrario a lo que la Madre Naturaleza dispone en definitiva. Pues en política no es muy diferente y los analistas suelan fallar los ciento ochenta grados, igual que en el pronosticar el tiempo.

 

Luego de cubrirse las espaldas, el consejo para los próximos días no es nada halagador, y todos debemos cubrirnos la cabeza y correr las velas de los patios (para los viejos), a fin de mantenernos protegidos y sanitariamente sanos pues se avizora la posibilidad de fiera tormenta de excretas de todo tipo.

 

Luego de la “caída” del simplón, protervo y corrupto (árbol caído) de Ángel Aguirre Rivero, las investigaciones y pesquisas, se espera, tendrán una aceleración considerable y en dirección de exponer a los culpables de manera descarnada y liberar al gobierno federal de culpas y responsabilidades negativas.

 

Si ,es cierto lo que se menciona del “Dossier” que el “centro” tiene del hoy caído, mismo que le fue mostrado por su líder político institucional, para “convencerlo” a que se soltara en la resbaladilla, a la que se encontraba “agarrado”, más o menos a la mitad, pues no será nada extraño que comience a gotear el contenido. Habrá que orientar a la opinión hacia el tenedor de la culpa.

 

Será mostrado también como responsable de la dificultad para apresar al ejemplar matrimonio de la conjunción de la impunidad: José Luis Abarca Velázquez y María de Los Ángeles Pineda Villa a quienes hasta ahora no han sido apresados. Esperemos que la ejemplar (hasta hoy) Marina Armada, esté navegando por las aguas que la lleven a ellos.

 

Aquí debe resaltarse el grado de cinismo con que se comportan varios hombres en el poder; dícese, conocido por “todos” como asesino de líder social, continúa gobernando el municipio sin que “nadie” absolutamente nadie lo investigue… ¿Qué sucede con las instituciones federales en este caso…? Las estatales, ya sabemos, en el chiquero se revolvían con cinismo sin par…

 

El que se “retiró” habla e haber advertido, pero no señala que advirtió, porque decir que la violencia estaba asentada en el estado y que podría crecer, no es precisamente algo.

Es curioso, se escudan en la ley para cubrir las áreas de la misma que ellos violan y dejan violar “lo que no les corresponde” para extorsionar, de mil maneras al que faltó por omisión o permisividad.

 

Todo el pronóstico habla de lluvia, de lluvia peligrosa, a ver si se deciden a destapar totalmente esta cloaca y la ventilan bien, bien para el futuro… Saben, ciertamente estamos aprendiendo a gobernarnos sin un “Tlatoani” el presidente imperial ya desapareció… no hay intento de restaurarlo… Nos costará también aprender a respetar los órdenes de la Ley, acercarnos al Estado de Derecho y, todo aprendizaje… hay que pagarlo.

 

Ahora los políticos locales y varios federales y, quizá, algunas instituciones del Estado, desean nombrar para sustituir al ido, a Beatriz Mojica Morga, conocida como izquierdista moderada, pero mujer, cosa que localmente “duele” y si logran hacerla llegar, le niegan la posibilidad, que está a tiro de piedra, de competir por la gubernatura para un período constitucional y la condenan a unos meses. La alejan…

 

Estado de Derecho…

 

Cosas interesantes se están sucediendo… marchas “autocontroladas” y bien portadas; algunas, no confiemos aún, la civilidad no es característica de los mexicanos, algunos ni siquiera saben lo que quiere decir civismo (“Comportamiento respetuoso del ciudadano con las normas de convivencia pública.” DRAE). Pero ya hemos visto marchas varias con alta civilidad, otras no tanto, porque a los encapuchados los dejan hacer, son niños amañados que saben soltar el llanto a tiempo, con o en la oportunidad debida…

 

Tenemos que iniciar por ponernos de acuerdo en que es el Derecho, y lo más simple puede plantearse como el resultado del acuerdo social que, vía diversos mecanismos preestablecidos y regulados, diseñados con la representación social, han normado la convivencia en sociedad; entre los unos y los otros individuos o grupos de ellos y con y para con sus instituciones..

 

El Derecho, visto así, se deriva de la formación misma del Estado; regulaciones las ha habido sin la existencia del Estado y Éste, se forma por, la población, el territorio, soberanía, gobierno, la lengua (cultura que integra) y un fin común. Fin común que genera el sentido del nacionalismo y regionalismo y el deseo de convivir “amablemente” y protegerse y proteger bienes, de grupos externos que aspiren a poseerlos.

 

De otra forma, el Estado no es el gobierno, no es la sociedad, no es el territorio, no es la cultura, ni todo lo que ella integra; el Estado es la conjunción de todo ello y más e, independientemente de sus orígenes históricos, hoy, es un sentido de identidad que se cohesiona y fortalece con cada una de sus partes y en donde, a cada una de sus partes, le corresponde un quehacer y su responsabilidad específica.

 

Así, las “Instituciones”, que muchos quieren mandar al diablo “Al diablo con las instituciones”, son los instrumentos que se generan, se construyen, en el accionar del Estado, para procurar el “fin común” o, la sobrevivencia del Estado, el actuar armónico de la sociedad, para su propio desarrollo integral. Sin instituciones, lo único que queda es la dictadura, el Estado desaparece y el accionar social se anula. No hay Estado moderno en la dictadura, esa figura no existe.

 

Cierto, las instituciones que se crean para el bien, no siempre resultan como se pensaron, y para ello existen reglas que permiten modificarlas en la vía del derecho y el orden, que no, del espaviento, el mensaje mesiánico o el abuso o magnificación del momento, de la coyuntura.

 

De ello podemos decir que el Estado de Derecho es el espacio donde la sociedad determina a los coyunturales ocupantes de los puestos de responsabilidad capital que componen el gobierno en sus tres órdenes y en sus divisiones, cada una con sus funciones propias y que se equilibran entre sí; y, donde existe una corresponsabilidad directa de las partes que se auto asumen cumplidoras respetuosas y ejecutoras de las reglas o leyes y de las decisiones de las instituciones.

 

De otra manera, seamos realistas y no activistas negativos; hoy se está mencionando con desparpajo, con irresponsabilidad y por maldad, que no creo ignorancia, que el Estado es responsable de los tristes y deplorables hechos como Atlamaya y Ayotzinapa y, cierto, el estado es un todo, junto con la sociedad y el gobierno y, los hombres que operan las instituciones, así, todos somos culpables de los sucesos.

En un Estado de Derecho, para que sea tal, se debe cumplir la Ley, por todos y cada uno de sus integrantes, ya sean personas físicas, morales o instituciones.

 

Culpar al Estado es, auto responsabilizarse, o pensar de manera “anarquista”.

 

Lo cierto es que los gobiernos en sus órdenes federal, estatal y municipal, parece que incumplen, en mayor o menor grado, su obligación de cumplimiento a la ley, el mejor ejemplo es Oaxaca, donde los de la CENTE obstruye, destruye, quema, roba, a la luz del sol, están videograbados, y la autoridad hace precisamente nada… también se dejan ver destacadamente, Guerrero, Sonora y un buen número de municipios que sería largo enumerar.

 

Y, en este ámbito, dónde queda la sociedad, pues fríamente la sociedad, física y moral, nosotros, es una de las dos partes de la corrupción, dejemos de ser corruptos y mucho se arreglará…

 

No podrá haber Estado de Derecho, en donde la ley se cumpla por todos, mientras las partes, todas ellas, sin exceptuar, conforman la unidad llamada corrupción.

 

 

Mi casa…

 

La case en que yo vivía no era una maravilla,

los abuelos destruyeron los salones y alacenas,

se rompieron los tibores y cayeron arbotantes,

la despensas se quemaron, los estanques, los rompieron…

 

Quisieron remodelar el quinto patio, donde viven los lejanos,

parientes de todos lados y unos que llegaron antes,

vivían peor que puercos, ni los alimentaban…

les reclamaban limpieza pero nadie que educara,

mucho menos que formara…

 

Así, ya casi sin techos y con pisos roturados,

los vecinos nos miraban y mucho se entrometían

esperando algún momento para robar lo que había,

se llevaron muchas cosas, combustibles, minerales…

 

Nuestros padres se entendieron y luego reconstruyeron,

no lograron lo que había, algo nuevo se asomaba…

algo malo sucedía, vicios viejos persistían

engaños y malas mañas por todos lados fluían…

 

Los de allá del quinto patio seguía sufriendo de frío,

muriendo de inanición y con poca educación…

y para aumentar el daño, uno de apellido vasco

los animó, como biblia, y nacieron muchos, muchos…

 

Luego vino la bonanza y la fiesta fue muy buena…

pero que llega la noche y el sol siguiente salía,

había que pagar la fiesta, de los quince de Espergencia…

los que van entunicados y los perversos del norte,

nos cobraron toda vianda y toda nota tocada…

 

De cuando en cuando se oía “A que le tiras cuando sueñas mexicano…”

muy fuertes fueron los fríos, muy escasa la comida…

la educación muy maltrecha la formación ¿quién sabría…?

Así corrieron los años, siempre con la misma piedra… todo el mundo se caía…

 

“Por ahí” se abrieron puertas a nuevos que ayudarían…

nos nacieron guerrilleros y pulularon mesías,

la familia se rompió, pero en la casa quedó,

y, en lugar de negociar se pusieron a pelear.

 

Corruptos eran desde antes, pero bien que lo escondían…

llegaron, se despacharon, como el que los precedía,

no floreció el cielo azul ni los rallos de esperanza…

y a los del “inti” robado, les fascina el lodazal…

 

Nos piden que proveamos todo lo que ellos demandan…

nos exigen que finjamos que sí somos puritanos…

dejándonos entre muertos, corruptos y corruptores y,

para llenar la cuenta, degollados, desmembrados, y más desaparecidos…

 

La humedad corroe los muros, las termitas la madera…

cayéndose están los techos y los pisos de agujeros

el agua no corre bien y la luz nos falla mucho…

los de allá del quinto patio, de nuevo están muy inquietos…

 

En lugar de comprendernos y sentarnos para hablar,

nos aventamos las puertas, arrancamos los lambrines,

rompemos todos los focos y quebramos los cristales…

la casa… desaparece… se derrumba, cae encima…

 

La casa en que yo vivía no era una maravilla,

pero calentaba un poco y del son nos protegía…

hoy, ya cerca de dejarla, la veo muy derruida…

qué será de nuestros nietos sin casa en que yo vivía…

Agradecimiento.

Pues me resulta difícil corresponder a las opiniones positivas sobre mi más reciente escrito aquí publicado; solo me queda decir, y ya sin citar nombres, que a fin de cuentas arriba están, que el haber despertado inquietudes y posturas positivas, me hace sentir útil, que en algo contribuyo…

 

Gracias a todos, hasta los que, por otros medios me critican o rechazan… a todos los entiendo como mis semejantes y próximos…

 

Todo comenzó…

Al iniciar el siglo XX, los padres y abuelos biológicos o, al menos ideológicos, del hoy llamado “Tea Party”, en un movimiento dominante, hegemónico, del imperio ya casi maduro, prohibieron la libre circulación de varias sustancias que se consideraban, fundamentalmente, que dañaban la moral pública y personal, y degradaban los valores occidentales –léase los inculcados por la Iglesia Católica y sus derivados…

 

Los del “Mayflower”, que partieron de la Pérfida Albión , según dijo poco después, Agustín Louis Marie de Ximénèsen, buscaban la libertad, sobre todo de la de conciencia, ellos, engendraron hijos intolerantes y que se sienten depositarios y guardianes del destino moral de “occidente”, de los valores de origen cristiano y de la organización política denominada “democracia”, que viene desde Grecia y, que como dijo Winston Leonard Spencer Churchill: “… es la peor forma de gobierno, excepto por todas las otras formas que han sido probadas de vez en cuando”.

 

El argumento básico era sencillo: dañaban la moral del pueblo y llevaban inevitablemente a la degradación… negaba los valores bíblivos…

 

Y aquí estamos ahora: si las comúnmente llamadas “drogas” no estuviesen prohibidas, no sé qué hubiese pasado, pero sí sabemos lo que no hubiese pasado y, me dirán: el hubiera no existe; cierto, sin embargo, el futuro sí existe… y la gran fortuna, es que podemos crearlo y, además, dirigirlo… soñarlo y construirlo…

 

No es “Ayotzinapa”, no son los miles de muertos que entregó el fallido Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, ni la permisividad pusilánime del ineficaz y tibio Vicente Fox Quezada, ni aquellos que llevaban la cosa en paz, en la firme convicción que el problema está en el consumo y no en el tráfico y la producción. “Si México es trampolín, es ´porque al frente hay alberca…) GDO.

 

Pero, es que el crimen organizado es mucho más que ello; bien, su amplitud se pudo dar gracias a los inconmensurables flujos de dinero que los consumidores han estado, y siguen estando dispuestos a pagar, sin importar si para mantener la oferta, el consumo, en otro lado, se matan se corrompe, se degradan y se desintegran, bajo un manto de honorable moral, pero, en realidad, de corrupta excresencia.

 

Es asombroso que se diga y sostenga que sería peor regresar al siglo XIX, que todos los pubertos se corromperían y más; igualito que con el alcohol y el tabaco… que aporten datos duros y no sotanas llenas de cera del averno y que ocultan cinismo, falsedad y ambiciones personales; que se tenga el valor de los del sur atlántico y “avienten la toalla” y dejen fluir a la naturaleza en márgenes manejables, no en espacios propios para el cultivo de la perversidad…

 

Estamos en un momento en que podemos definir el futuro o, lo definirán las turbas dolidas, heridas, despreciadas, sometidas, desnudas y hambrientas; las instituciones y sus estructuras no están construidas para enfrentar tan grave inestabilidad, esa que genera cualquier pequeño muñeco, al frente de un cabildo.

 

El futuro, es nuestro, podemos construirlo a nuestro deseo y esperanza…o, nos lo impone un cambio radical que algunos llevan tiempo buscando, propiciando, apoyando, generando… pensando en regeneración…

 

Solo será, lo que logremos soñar, diseñar y hacer, es una tarea de la sociedad y no, de quienes dicen representarla…