REFORMA, DESARROLLO, DESMANTELAMIENTO

De que se ha avanzado, se ha avanzado. Sin embargo, la calidad del avance es sumamente baja. El PAN pierde definitivamente esta batalla, sobre todo cuando le recuerdan que las cúpulas de los partidos que han avalado el planteamiento de reforma electoral, representan el 70 porciento del voto del electorado nacional. Mayoría más que suficiente para reformar la Constitución.

También es cierto lo que, por la herida, señaló Felipe Calderón, al decir que las propuestas de reforma obedecen más al interés del PRI, PRD Y PT, que al interés por un cambo democrático verdadero. Y cabe preguntarle al Felipillo -¿ya se dio cuenta como se parece a Felipe el de Mafalda?-, cabe preguntarle, ¿qué representarían las propuestas, si es que se hubiese quedado el PAN en la mesa cupular? Simplemente le agregaríamos otras siglas a la misma frase, quizá entonces, pronunciada por otra figura política.

Lo cierto de todo ello es, que Porfirio Muñoz Ledo se lleva la firma del potencial paso histórico, de lo que por ahora puede llegar a ser el gran cambio institucional de la Patria. Cambio sin sangre directa…  y sin las terribles consecuencias que se provocarían por la vía violenta. Cosas de la vanidad y del saber utilizar  la inteligencia para maniobrar en la coyuntura, en la circunstancia.

Y cierto es también que ninguno de los partidos desean realmente avanzar a la democracia. Todos son “gatoprdistas”; de otra forma ya hubieran abierto muchas puertas para que los ciudadanos se manifestasen directamente. Las propuestas de referéndum y el plebiscito no son suficientes y buscan, más bien, una actitud conservadurista, que de cambio. Eso lo afirma el comportamiento del electorado en 1994 y lo sostienen las recientes encuestas de opinión.

                               ¿ESTOS CAMBIOS GENERARÁN EMPLEO?

Probablemente al Congreso le remitan más tarde propuestas complementarias de cambio, que seguramente avanzarán más en el maquillaje del avance democrático, pero todo ello no nos llevará, necesariamente,  a tener mayor crecimiento económico y mejor reparto de la riqueza. Lo que estamos cambiando, posiblemente, es la calidad de la representación política de la ciudadanía, y, ésta, no conlleva cambios inmediatos ni profundos en la cultura.

Para aumentar nuestro ingreso real, debemos iniciar por pensar y actuar con visión de largo plazo. Construir alternativas políticas propias, de nuestra identidad, distintas formas de hacer política, y, de ello, construir nuevas propuestas para  la política misma, para el gobierno, para el equilibrio social, para la administración, para la gestión, para la economía, en un ámbito de tolerancia y concurrencia incluyente y propositiva.

Que extraño que la iglesia católica en su Conferencia del Episcopado Mexicano haya señalado en días pasados, que “falta mucho camino por recorrer para vivir una cultura de la libertad religiosa”, cuando grandes culpas le caben, de plano, en la tremenda injusticia social de nuestra Patria. Pensemos en el control de la fertilidad y de la natalidad, en la oferta de la gloria a cambio de “aceptar y soportar” la penuria… en la intolerancia de la que ha hecho gala centenariamente.

¡Qué gran cambio requerimos en todos los órdenes!, y ello es cuestión de tiempos y espacios abiertos, no de espacios controlados y contradicciones patentes.

Tampoco es asunto de incitaciones desde la tribuna de la Basílica de Guadalupe… Tan mal andan de “clientela” que hasta requieren de propuestas populistas para conservar adeptos o mantener la atención, que ya han perdido y seguirán perdiendo. De no ser así, buena falta de coordinación, congruencia, y consistencia. De otra forma, ¡qué profunda división!, ¡qué carencia de obediencia!

¿Y, NUESTRA NUEVA CONSTITUCIÓN?

Está esperando a que los avances nacionales marquen magnitud, rumbo y ritmo… ¿Y la soberanía?, de perlas, como la justicia, ciega y lanzando tajos de espada de arriba abajo, a diestra y siniestra. ¡Ah!, que siniestro manejo de la cosa potosina…

Como usted sabe, una de las reformas que las cúpulas partidistas enviarán al Congreso, hace posible que los asuntos electorales locales puedan, por inconformidad ante fallos de tribunales estatales, ser llevados al nivel federal; cosa que ahora no sucede, para vida y permanencia de Madrazo y quizá de Barlett, pero que permitirá, legalmente, la intervención de la federación en el régimen interior de los Estados Libres y Soberanos…

Se pasa de las facultades metaconstitucionales a las constitucionales, cierto, parece un avance, pero en realidad no representa un avance en la democracia, ni el respeto por los órdenes legales que implica una república representativa, democrática y federal.

Siendo así, la reforma a la Constitución Potosina, teóricamente tan consensada y consultada, tan cacareada, no parece más allá de un esfuerzo de miopía política. Se dejó pasar demasiado tiempo, esperando la oportunidad de sacarle el mayor provecho posible, y, como con la deuda estatal, salimos perdiendo todos los potosinos, por la ambición personal que sólo toma en cuenta a una persona: Yo, sólo yo, siempre yo…

Y COMIENZA A DESGRANARSE LA MAZORCA

En toda esta interrelación entre la reforma electoral preliminar, las posiciones políticas competitivas de los partidos y de la iglesia, las vanidades personales y la carencia de respeto por la teoría, la forma y la práctica jurídica, de los fundamentos constitutivos de la Nación, San Luis Potosí se encuentra en el formal proceso de desmantelamiento forzado de sus estructuras tradicionales. Todo está cambiando y lo hace en sentido y favor de alguien, no de la democracia ni del ingreso de las familias…

Señalado hace más de un año, el Ejecutivo, Horacio Sánchez Unzueta, avanza en su plan por resolver la sucesión gubernamental de manera tal, que pueda preservarse… Esperamos que Guerrero y Nuevo León lo hagan reaccionar, aunque su enfermedad, la del poder por el poder mismo, en el grado de avance en que se encuentra, difícilmente variará su rumbo terminal. Sobre todo cuando se complica con megalomanía fulminante.

El ingreso de Ramón Zamanillo Pérez al PAN y la postura de José Cabrera Cabrero, y del resto de los empresarios que se afiliarán o se afiliaron a dicho partido, quizá hoy domingo ya conocidos, muestran la clara toma de posición de las verdaderas oligarquías. Creen en el efecto dominó y esperan estar del lado del poder. Ahora sí creen que la gubernatura puede ganarla el PAN, pero tienen sus reservas y los reales líderes se mantienen aún a la expectativa. Sólo mandan a sus operadores triple A.

Zamanillo Pérez, antes que otra cosa, demuestra la aparentemente errática política de gobierno de Sánchez Unzueta. Lo busco con el interés de congraciarse con las oligarquías. Uno de sus cercanos operadores, como secretario, daba esa posibilidad, pero Horacio nunca cumpliría sus promesas, simplemente quiso continuar en el intento de engañar en todo, a todos, por el mayor tiempo posible. Ramón lo intento, Horacio continuó errático, simulando, como hasta ahora…

Y los panistas Mario Leal Campos, Francisco Javier Salazar, Alejandro Zapata Perogordo, Álvaro Elías Loredo (el incumplido), ¿qué opinarán que Ramón ingrese para buscar nada menos que la postulación a la gubernatura misma? ¿Las oligarquías controlan a los panistas como para que gane Ramón la votación interna? O ¿esperan un empate y consecuentemente una decisión central?

Y el simple hecho de ingresar buscando registro y organización, sin militancia y consecuentemente sin méritos, ¿les representa motivo de enojo o simplemente de reflexión? ¿Creerán que lo van a manejar, o ya lo convencieron para buscar sólo una diputación o la presidencia municipal?

¿Ve usted?, puro corto plazo, falta de visión, carencia de planes para el largo plazo. Sólo aquello de yo, sólo yo, siempre yo…  A propósito, ¿Y, Horacio?, navegando, continua con su plan siniestro… Al tiempo constataremos el esfuerzo final… Esperamos que no sea carao para la sociedad, aunque en verdad, ya le está costando mucho, mucho retraso, miseria, inestabilidad, aunque, tenemos algunos jardines, bosque y “bulemar” suroriente…  Y unas cuantas láminas… Y muchas, pero muchas promesas…

FUNDAMENTLISMO GRINGO O, ¿SIMPLE CONVENIENCIA?

 

Asombra comprobar que los Estados Unidos de Norteamérica, desde su gobierno mismo, habiendo actuado el legislativo y el ejecutivo, y, además, por las circunstancias que usted quiera, están reeditando el “fundamentalismo”. El mismo que llevó a los “pilgrims” a ser expulsados de Inglaterra e iniciar, en el nuevo continente, lo que hoy es la nación más poderosa del mundo, la nación más “libre” de la tierra, el defensor universal a ultranza de la “democracia” -¿pluralidad?.

Es el país que construyó la primera Constitución que consagra los principios republicanos y democráticos,  y su texto constitucional parece estar siendo contradicho en sus principios mismos. Cierto que están en época de elecciones y se puede asegurar que la Ley “Helms-Burton”, que hace días promulgó el presidente Clinton, no operará en pleno. Sin embargo, la confusión y malestar que causará, sí será trastornante de las relaciones internacionales.

Cuando se declara desde el poder legislativo de aquel país, que los tratados internacionales no prevalecerán sobre las decisiones “nacionales”, se atenta contra los cimientos de la convivencia internacional pacífica, y parece venirse por tierra el proceso de globalización que tanto han promovido ellos mismos, y en el que se encuentra involucrado, prácticamente, la totalidad del mundo. ¿Recuerda usted que hace alrededor de cien años, invadieron China para obligarla a abrirse al comercio?

LAS GRANDES CONTRADICCIONES

Los Estados Unidos de Norteamérica son una nación pragmática, que siempre ha actuado a su conveniencia.  Por sus orígenes mismos, los emigrantes luteranos y calvinistas y luego los anglicanos, todos ellos respetables, en su lucha por la Reforma y su odio contra España -el poder de entonces- y los papistas -católicos romanos- conformaron con los años, una ideología que integra la existencia misma de lo que es hoy aquella nación. Lo que hoy en día se llama el “Destino Manifiesto”.

Llegaron a América en busca de libertad y de la posibilidad de realizar sus ritos y actuar de acuerdo a su propio criterio, fueron varias las corrientes religiosas, pero siempre unidas en la lucha: Lucha por sobrevivir, lucha por llegar a ser -independencia, modelo de gobierno, constitución- lucha por poseer la tierra, lucha por dominar, lucha por prevalecer, lucha por imponer, lucha por obligar…

Su doctrina y principios conformaron una ideología e idiosincrasia que lo justifica todo, todo por su verdad, su peculiar y particular verdad, fundamentada en los principios que enseña la Biblia, los evangelios… Libertad para interpretarlos, libertad para imponer su unívoca interpretación, su verdad, ¡la única verdad…!

Este motor vital, y su pragmatismo a favor de sí mismos, mezclado con la política, la ambición autojustificada de riquezas desmedidas y la competencia descarnada por el poder, el mayor de los poderes hoy conocidos, genera una fuerza amenazante, irrespetuosa e imperial. Esa facultad arrogada para resolver e imponer a otros lo que ellos piensan que esta bien,  imponer lo que les favorece, lo que les garantiza los votos de las clases medias y rurales, hoy también depauperadas y lastimadas, esa facultad, no parece ser ni libertad, ni democracia, ni el imperio del derecho…

                                     LOS GRAVES RIESGOS

En toda esta confusión y contradicción de principios, de ideología, se vierte la amenaza de “castigar” el comportamiento de extranjeros que hayan osado u osen invertir en Cuba o utilizar bienes confiscados por el gobierno resultante de la Revolución Castrista.

Técnicamente es posible confiscar las propiedades de estas personas físicas o morales, ubicadas en los Estados Unidos de Norte América. Las listas de los “infractores” las preparan, aparentemente los cubanos en el “exilio” y con ellas promueven la aplicación de la ley y sus consecuentes “sanciones”. Parece que en estos menesteres hay buen apoyo y asesoría de las agencias de inteligencia norteamericanas a favor de los cubanos de “Miami”, pero ellos aparecen como los investigadores.

Toda la fuerza del poderoso país, a favor de una destacada minoría extranjera, los cubanos, en un alarido fóbico rodeado de racismo, petulancia, superioridad infundada, envuelto en la política electoral. El pretexto de los avioncitos derribados, es muy débil para conmocionar al mundo, aún cuando sea sólo temporalmente. ¿Vio el video del Vado de Aguas Blancas?. ¿Escuchó la grabación de las advertencias de la torre de control aéreo cubana a los avioncitos?

Todo ello amenaza con deteriorar el orden mundial de respeto a los acuerdos y del principio de negociación para la resolución de controversias. ¿De donde un sólo país pretende, aunque sea a manera de finta, regir el comportamiento del resto de los países integrados a la convivencia de intercambios comerciales, tecnológicos y culturales? ¿Cómo es posible que hable de libertad y democracia, cuando su pretensión es prepotente impositiva y contraria a derecho.

EL TAMAÑO DEL PROBLEMA

Ya señalaba que lo más probable es que la famosa ley “Helms-Burton” no se vaya a aplicar. Si acaso habrá “sanciones” simples para los más débiles. Es fundamentalmente una “finta” con fines electorales de nuestro vecino. Sí, pero mientras tanto están en la mira de los cubanos extremistas y los norteamericanos fundamentalistas, 32 empresas del Canadá; 28 de Francia; 27 de España y 26 de México.

El Tratado de Libre Comercio pone a Estados Unidos en posición de litigio con sus dos vecinos. Afortunadamente, en esta ocasión no estamos solos, hoy el Canadá tiene el mismo interés que nosotros. A la fecha en que se escribe este artículo, ya nuestro vecino aceptó entablar pláticas con sus socios del TLC.

El resto de las naciones mencionadas y otras más, tendrán que enfrentar la problemática dentro de las prevenciones del la Organización Mundial de Comercio OMC, antes GATT. Es de esperarse que éstas se inicien también pronto. Estados Unidos tiene otros intereses que cuidar. La egemonía ampliada con la desintegración de la URRSS se podría ver seriamente debilitada por contrapresiones respecto a bases aéreas y marítimas y corredores militares aéreos en distintos países que pueden resultar afectados.

Todo este desorden se lo debemos a la campaña electoral gringa. Esperemos que el tiempo pase pronto y que de estas presiones no resulten mayores daños. Puede soñarse con que los EEUU hagan el “oso” con su petulante actitud que puede llevar a la reelección del presidente Clinton.

¿Y los cubanos?, pues pobres, ni se levantarán en armas o en franca y permanente protesta de masas, ni, consecuentemente, tirarán a Castro. Eso sí, tendrán más hambre y privaciones un poco atemperadas por el verano… Todo sea por la ideología y la capacidad de liderazgo; los sucesos parecen más fortalecer que derribar al nacionalismo cubano.

Y mire usted lo que es la política: En un cambio radical, en principio benéfico, los ejércitos de los Estados Unidos y el Mexicano, están en plenas y francas negociaciones para hacer un frente unido al narcotráfico. Debemos estar muy atentos a los acuerdos que se deriven, pero, ¿no le parece curiosa la política…?, ¿aparentemente contradictoria y enigmática…?

¡AY QUE TIEMPOS SEÑOR DON SIMÓN!

 

En la época de oro del cine nacional, los Soler, Pardavé, Doña Prudencia Grifell, Doña Sara García, y otros geniales artistas realizaron en “espectaculares producciones” en blanco y negro, una serie de películas que aún no atino a entender como sarcasmo, añoranza o simplemente costumbrismo. Lo cierto es que enfatizaban escenas de la vida por irse, el fin del porfiriato, y también estampas de aquel presente: El inmigrante trabajador, el artesano de origen humilde protagonizaba, y en todas había la romántica bohemia que parece reinaba en aquellos días de los años treinta y cuarenta.

En esos mismos días, el Indio Fernández, mezclando los orígenes indígenas, la culturización de los españoles y las expresiones dramáticas de los muralistas, mostraba un intento de sincretismo o quizá confirmaba la falta de identidad, ante la vorágine cultural inconexa, impuesta, y en deterioro. En este espacio se desempeñaban también la hermosa Dolores del Río y el enérgico Pedro Almendares.

Ente ellos navegaba la más pura vena de nuestra cultura popular, en mucho aún vigente: Mario Moreno “Cantinflas”, Pedro Infante, Jorge Negrete, María Félix, quienes mostraban canciones, haciendas, religión conductista, mujeres fatales y ensayos de cine de misterio, gangsters y crimen.

EL PLURALISMO

Esa fugaz descripción de nuestra Nación, nos muestra de manera clara la composición plural que siempre ha distinguido a los habitantes de este territorio que hoy ostentamos como nuestro. Se nos inculcó y lo exaltamos, nuestro origen “indígena”, y no pensamos, y en realidad nos da igual, sentirnos descendientes de los Mayas, de los Aztecas o de los Toltecas; que de los Purépechas, los Pames, los Otomíes o los Tenec.

Y no pensamos, que eran grupos étnicos y culturalmente diferenciados y en permanente contienda o al menos en lucha por el espacio vital. Y tampoco pensamos, que en términos genéticos y muchas de las veces, ni culturales, tenemos verdadera cercanía con nuestro  “glorioso pasado” que sólo sentimos de cuando en cuando, y que de igual manera despreciamos o fingimos ignorar.

En la inmensa mayoría de los casos, ni en nuestro pasado remoto, ni en le reciente, podemos encontrar la identidad de origen, en donde culturalmente la hemos aceptado o donde sociológicamente nos la han construido. Comenzar por ubicar cada una de las partes en su lugar, es el primer paso necesario para entender y aceptar nuestro pasado, desarrollarnos con plenitud en el presente y, poder soñar que el hacer cotidiano está construyendo un futuro.

IDIOSINCRASIA Y NACIONALISMO

Y así va la Patria, construyendo y viviendo de héroes imaginarios, a medias y con atributos inexistentes, olvidando virtudes, a medias quizá, pero que sí lo fueron, contra el olvido de grandes defectos, que también lo fueron. ¿Recuerdan aquella película revolucionaria de Lechuga e Inclán…? Es cierto, la historia la escriben los triunfadores, pero la verdad deben recordarla los pueblos. Aunque hay que reconocer que a veces el cinismo es también una epidemia popular, dada en el más triste de los conformismos.

El temperamento propio de los mexicanos se ha ido forjando en ese mar de contradicciones, indecisiones y conformismos.  Y el nacionalismo, forjado al mismo tiempo, es, en el fondo, más patrioterismo coyuntural que otra cosa. ¿Cuantos mexicanos conocemos que defiendan a la nación antes que protegerse directamente en lo individual, ya que esperan este resultado como efecto de la defensa de lo colectivo?  Dicho de otra manera, ¿Cuantos han detenido la fuga de divisas?, ¿Cuantos han comprado lo nacional sobre lo importado?

Deme usted las causas y razones que más convengan a su legítima convicción, pero la inmensa mayoría se salvan primero que cualquiera otra cosa, antes que analizar la posibilidad y conveniencia de una defensa común. Es más, la salvación esperada debe anticiparse a todos o al menos a los más.

                                     EL DEBATE DE FONDO

“Rudeza innecesaria”, estará usted pensando, si es que aún continua con la lectura de este artículo que pretende ser un espejo para todos nosotros. Cierto, no le falta cierta razón. Sin embargo, la narración es bastante cercana a la verdad. Con ello, lo que se torna importante para los mexicanos, es la explosiva mezcla que se elabora con todo lo anterior y una crisis económica que ya lleva al menos 20 años de promesas no honradas, más que 20 años de dificultades económicas.

Nos está calando más la decepción, la frustración, el engaño sobre engaño; los hermanos o hermanas y los compadrazgos; las promesas incumplidas y las mentiras repetidas; los crímenes directos y los masivos, y el cinismo en todo ello involucrado, que la propia depauperación, interrumpida apenas por algunos leves destellos de riqueza relativa, que nos han hecho más difícil la siguiente caída; pensar en la penosa necesidad de levantarnos.

Estamos como el niño maltratado que se cuida del coscorrón, por reflejo condicionado, al sólo escuchar el tono de voz que se le dirige… ¿Es entonces exigible la urgencia de sentir identidad, nacionalismo suficiente y necesario para afrontar nuestro pasado, reconstruir nuestro presente y reiniciar el futuro? ¿Quién nos llama, quién nos convoca?, ¿Cuales son los proyectos y sus opciones?, ¿A quien emular?

Hoy seguimos con promesas a la vista, al corto plazo, que no se cumplen y cuyos escenarios de falla no están debidamente previstos ni son satisfactoriamente explicados. Todo se continua postergando… y la Nación comienza a mostrar serias muestras de fatiga y de fractura.

LAS RESPONSABILIDADES DE LOS DIRIGENTES

Los partidos políticos, las cúpulas patronales, obreras y campesinas, las iglesias, las organizaciones no gubernamentales (ONG’s), todos y cada uno de ellos tienen su parte en la problemática descrita. La iglesia pierde la memoria histórica y se acomoda al corto o largo plazo, según su conveniencia. El resto de los actores, de muy corta existencia histórica, se la pasan en el deporte de “pasar” la bola al campo del contrario y, consecuentemente, reclamandose o achacándose culpas que no resuelven nada en concreto.

¿Cómo debemos entonces enjuiciar a los actores de la reforma política del estado? Y, ¿Cómo a sus críticos despiadados sin responsabilidad de propuesta? ¿Que hace Said López con cerca de un millar de indígenas en protesta por reivindicar las aspiraciones de tierra, justicia e ideas? ¿Dónde están las antiguas y jóvenes promesas de hacer justicia a los indígenas? Promesas cercanas al llanto y al peso de la culpa ajena, sostenida por un supuesto sentimiento de justicia, hoy aparentemente traicionado.

Desde luego que el buen Said no es precisamente un líder inmaculado y más parecería un “agitador profesional”, al menos al decir de los terratenientes huastecos. Pero, ¿qué motiva a los indígenas a seguirlo? ¿Es un movimiento aislado? O ¿simplemente un movimiento más de los habidos y por haber, quizá cada día más y más enérgicos?

Podemos comenzar de nuevo la lectura… Quizá encontremos los orígenes, sentimientos, principios, honorabilidades, traiciones, luchas, promesas, engaños, decepciones y fracasos de los que hoy nos llamamos mexicanos. Probablemente… probablemente no encontraremos a la Nación…

¡QUE VERGÜENZA!

Ajena y propia, pero ¡qué vergüenza!. El incidente de Riverside, si así puede llamarse, cubre de vergüenza pública lo que sin grandes márgenes de error, sucede cotidianamente en la frontera del norte y muy seguramente no es ajeno en la frontera del sur, ni en muchas comisarias de policía, de aquí, de ahí, de allá y de acullá. El caso es que ahora se hizo público; la magia del video comienza a desnudar acciones sabidas, otras insospechadas, muchas negadas, pero ahora posibles de probar.

La indignación popular, institucional y oficial, nada remedian. Por un lado, los hechos se han sucedido y, palo dado… Por el otro, ni el poder presidencial de Clinton, ni la fuerza del derecho, ni las reclamaciones diplomáticas de Gurría cambiarán las cosas. El racismo de los anglosajones está condicionado hace alrededor de cuatro siglos, desde la religión misma y a ello hay que agregar que el emigrante de hoy, halla a su primer enemigo en el emigrante de ayer, aun cuando sean del mismo origen.

Seguramente se ha dado usted cuenta de que los oficiales de la patrulla fronteriza, que actúan de manera directa sobre los indocumentados, son en su inmensa mayoría de origen latino, pero de primera o segunda generación en los Estados Unidos. ¿Será por aquello de que para que la cuña apriete ha de ser del mismo palo?

                                LA VERDADERA VERGÜENZA

En realidad la vergüenza deberíamos sentirla por las causas y no por los efectos. La paliza no tiene su origen real en ingresar indocumentadamente al país de los sueños; está en las razones que les hicieron salir, huir, del país de su origen, el que nunca escogieron, pero que de niños les enseñaron a amar y quizá de mayores, han aprendido a odiar…

Tristísimo es encontrar que error tras error y pillada tras pillada, en los órdenes municipales, estatales y federal, la patria se ha visto impotente para ofrecer oportunidades dignas de vida, donde los mínimos de bienestar y la justicia, legal y social, tantas veces ofrecidos, no sólo no se acercan, sino que se alejan cada vez más; llevamos ya muchos años sin tener crecimiento económico.

Sin crecimiento económico y  concentración del ingreso creciente, nos encontramos que los pobres sufren un proceso doble de empobrecimiento. Por un lado, cuando no crecemos o hasta decrecemos, alguien pierde, pero nunca todos y  casi siempre pierden más los débiles. Por el otro, cuando hay concentración del ingreso, pocos acumulan mucho y a muchos les toca cada vez más poco. Doble empobrecimiento, depauperación activa creciente.

Y así las cosas, aun nos atrevemos a hablar de justicia y a gastar los pocos recursos públicos en obras de lucimiento personal, meramente superfluas, en una competencia paranoica contra las sombras de la historia, en lugar de construir posibilidades permanentes de trabajo productivo. En esta tierra tenemos muchos testimonios de ello, y aunque no es privativo de los potosinos, sigue siendo profundamente lamentable… Promesas incumplidas, engaños continuos, mentiras repetidas que pretenden hacer creer que son verdades…

¡QUE TRISTEZA!, NO TENEMOS PARTIDOS POLÍTICOS…

Hace pocos días se publicaron los resultados de una encuesta que ordenó el Instituto Federal Electoral (IFE) y conocer sus resultados es verdaderamente preocupante. ¿Qué han hecho los partidos políticos?, ¿los líderes de opinión?, ¿las iglesias? -más políticas que creadoras de conciencia y preservadoras de valores morales.

Mire usted, los datos nos muestran a una sociedad mexicana un tanto, o un mucho, indefinida, comodina, incapaz de tomar riesgos, sin posibilidades propias de tomar acción definida. Una sociedad dividida en dos, donde cada parte no está muy lejana de la otra… Esperamos que no alcancen una posición polarizada, ya sea por inducción o por cansancio. Lo último sería lo peor…

Mireya Cuéllar reporta en La Jornada del 31 de marzo que 44 por ciento de los mexicanos consideran necesaria una reforma, mientras que 47 por ciento opina que “con aplicar las leyes existentes sería suficiente”. Además, los entrevistados no asocian la reforma con posibles cambios, situación consistente con el comportamiento de los partidos políticos, todos ellos, cuando demuestran que la reforma no constituye un valor en sí misma y que está sometida al devenir coyuntural.

Mucho más podría decirse, pero lo importante está en enfatizar que los partidos políticos no están cumpliendo con su cometido de representar las demandas sociales mayoritarias; tampoco la de proponer un proyecto de nación y convocar el apoyo popular; ni mucho menos se han dedicado a construir consensos. ¿Para que los queremos entonces?, ¿por qué insisten en conservar la exclusividad de la representación ciudadana y evitan la participación abierta de los candidatos independientes y de las organizaciones no gubernamentales?

LAS REALIDADES ECONÓMICAS

Por fin, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por voz de su Director general, Enrique Iglesias, reconoce que el gasto social es insuficiente para disminuir o al menos limitar la ola de descontento que amenaza la estabilidad social de muchos países de Latinoamérica. Señaló Iglesias ”En América Latina se gasta poco y se va a requerir más inversión social. Pero, además, se gasta mal”. Aclaró que se requiere más y mejor gasto en educación y en pequeña y mediana industria.

Algo hemos avanzado, pero el hambre, el ocio y los “malos pensamientos” nos llevan gran ventaja. Sentenció Iglesias: “donde el mercado resuelve los problemas nosotros no tenemos que estar, que lo haga el mercado. Pero donde veamos que podemos agregar algo, allí debemos estar presentes”. Esperamos que sea el inicio de una política deliberada del BID… Que los tecnócratas sajones y mexicanos no opinen lo contrario.

Todo esto sucede cuando sólo Brasil y Chile tienen índices de concentración económica mayores que México. Fíjese usted, aquí en México, en 1994, el 10 porciento de la población se repartía el 41.24 porciento del ingreso nacional, mientras que el 20 porciento compartían únicamente el 3.28 por ciento. Y este 3.28 ha disminuido, ya que diez años antes alcanzaba el 4.83. Pues bien, como podrá estimarse, el pobre es cada día más pobre y el rico cada minuto más rico.

                                            LA VERGÜENZA Y LA REFORMA

Yo ignoro como diseñaron la muestra de la encuesta realizada por orden del IFE, supongamos que es realmente representativa de la sociedad nacional y entonces tendremos que recalar en la ineficiencia de los partidos políticos.  No logran ni construir consensos y a la vez, no dejan actuar a otras fuerzas sociales que han mostrado, en muchos de los casos, mayor poder de convocatoria.

La vergüenza del incidente de Riverside debe iniciarse en nuestro agotado modelo de desarrollo y la incapacidad de control de las variables del modelo neoliberal, que hasta hoy no han permitido el inicio de una recuperación franca y sostenida.

Cualquier viento descontrola las “consolidadas” variables macroeconómicas y no hay capacidad de convocatoria que inspire capacidad y combata eficazmente las “debilidades” de tales variables en el camino de una confianza restituida a la población, para sí misma, para el conjunto y para el desarrollo sustentable y compartible.