Quiero verla; déjame verla.

 

Déjame ver tu cara, no la escondas,

no te escudes entre gardenias y rosas,

no importa que ellas  se humillen y se sientan poco menos,

tu cara es lo que importa, es tu rostro lo que anhelo.

 

Deja que goce esa, tu nariz, larga, griega, preciosa;

deja que tus ojos me inquieten todo entero,

deja a los míos buscarte con ansiedad, poniendo esmero,

deja ver esa, tu barbilla pronunciada….

 

Quiero gozar de tus tiernas mejillas,

vivir de sus colores, amar esos, sus rubores,

esos mismos que enmarcan tu quijada franca,

franca pero suave, en la perfecta armonía…

 

No entornes tus ojos, que los quieren ver los míos,

quieren verse muy de frente, de pupila a pupila, hablarse de desvaríos…

viviendo intensamente, ese entorno de tu rizado cabello…

deja ver tu carita, muéstrame tú, tu cabeza… quero vivir tu belleza

 

Quiero alejarme pronto de esta, esta, mi intensa tristeza,

quiero soñar de nuevo, aunque he de sufrir después,

porque creo que si me dejas, pronto te habré de perder,

seguirás, siempre volando, cual mariposa de amor…

 

Quedaré siempre esperando, volver a ver tu rubor…

 

 

Una Mirada…

Una mirada, tan solo una mirada;

cuántos, han pedido y muerto…

por lograr tan solo una mirada,

y así esperaron… por una mirada.

 

Los ojos que hablan, los ojos que engañan,

los pérfidos ojos que todo confunden,

porqué así se muestran, porque así destellan

porqué los sufrimos, porqué los gozamos;

porqué así morimos, viviendo de engaños.

 

Los brillantes ojos que en veces nos llaman,

los muy grandes ojos que nos hacen guiño,

los verdes, azules, morados, de miel…

los café sereno, los casi amarillos.

 

Los hay que en un rostro muestran dos colores

aquellos que chicos, igual nos cautivan,

que tienen miradas, de esas de soslayo,

que se ven serenos tiernos y mejores…

que de pronto miran cual borrego tierno…

 

Los hay muy redondos, que de verlos llenan…

los hay muy pequeños, intrigan, y llaman…

los hay “embozados” por párpados yertos,

los hay de una línea, los hay muy abiertos.

 

Los de oriente muestran una gran ternura.

los del norte parecen de paz… sin dulzura…

los del sur desviven y llaman a amar…

los otros que restan… muy bien que trastornan.

 

Los ojos ventanas del alma, del cielo…

por ellos se muestran amor y desvelos,

también nos enseñan desprecio y engaños

las burlas, desdenes y los menosprecios…

por ellos morimos, por ellos soñamos

 

Por ellos perdemos, por ellos ganamos…

por ellos vivimos… por ellos lloramos.

así seguiremos, perdiendo y amando,

creer que ganamos, cuando nos vencieron…

 

Desde el sueño a la realidad…

Luego que Don Miguel nos enseñó a soñar viendo hermosura en mozas rollizas, desenfadadas y granujientas, y contado con magos mágicos, que ya es mucho decir y, ello, por no acordarnos de los impensables gigantes; pero, todo ello, resultando en golpizas, insultos burlas y terribles engaños y escarnios… La culpa fue de: “la locura”…

 

Luego que Don Fernando nos enseñó que se podía amar hasta el “infinito y más allá”, a una simple semejante, aún con la Santa Inquisición, y donde Melibea, no solo era el origen de los sueños, y trastornos, sino también, el escudo de la racionalidad perdida en el tumultuoso efluvio de la pituitaria…realidad que comenzaba a dejar de estar escondida.

 

Luego que de Verona nos llegó el santo y “casto” amor, impedido por la ambición de los mayores y buscado ardientemente por la atracción de los menores, casi al tiempo en que algo olía mal en Dinamarca…

 

Luego que de una particular coyuntura internacional los criollos logran la independencia de la “Madre Patria”, trescientos años después en que coincidió la leyenda la con la superstición, el temor a lo desconocido, y la realidad de la aventura y ambición, aunada a la revancha ardiente encendida con la política…

 

Luego que nos quieren hacer soñar que somos herederos de los imaginados “pueblos originarios”, diezmados severamente por las enfermedades, por acá desconocidas, y un poco más por el exterminio que se dio y se mezcló con el mestizaje… mientras, los criollos parecen haberse diluido, los “originarios”, siguen existiendo, los mestizos los “mayoritean…” y, los políticos los azuzan…

 

Luego que Antonio López -otro López- nos vendió a la usanza decimonónica; que los nostálgicos nos trajeron de nuevo un intento de imperio, que Benito nos enseñó un tanto de ética… que Porfirio echaba a perder el país llenándolo de ferrocarriles, unidades productivas, telégrafo y electricidad, propalando el “oren y progreso…” pero redistribuyendo inequitativamente la riqueza generada por todos…

 

Luego que un desequilibrado, vidente visionario, vence con la palabra y no aprende a gobernar con el poder, conocimos las ambiciones, antes bien contenidas, ahora desbordadas en terrible guerra interna, que nunca acabó de ser ni planeada, ni ordenada, ni sistemática, ni organizada… destruyó lo útil y lo productivo, dejándonos anarquía, caciquismo; el poder y orden del más fuerte…casi “estado de naturaleza…”

 

Luego que más o menos nos comenzábamos a ordenar, llegó el momento de ejercer soberanía contra los particulares explotadores y, sin que nos olvidemos de la coyuntura internacional entonces imperante, dimos alaridos de nacionalismo y nos llenaron de un sentido de “empoderamiento”… sí, empoderados en la utópica autarquía, en el aislamiento…

 

Los hechos nos dicen que siempre hemos estado un tanto engañados, que nos han traído corriendo tras la zanahoria y         que siempre tiempo pasado fue peor… que el futuro será mejor… pero, desde la más remota historia, nos mantenemos hundidos y nutriéndonos de una desenfrenada corrupción, que se retroalimenta a sí misma… el manco dijo que no había un general que soportara un cañonazo de cincuenta mil pesos, él lo sabía, en una de esas, perdió un brazo…

 

Así llegamos a otro parteaguas de nuestro paradigma (conjunto de diversas variables y constantes que integran un modelo) de nación, nunca bien conformado, nunca viendo al largo plazo, nunca viendo seriamente por: “moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente él jornal del pobre, que mejore sus costumbres, aleje la ignorancia, la rapiña y él hurto.”

 

Ahí estamos de nuevo… ahí estamos ahora… construyendo… avanzando por cambios profundos, a rutas, por otros ya recorridas, por nosotros medio andadas…

La luna en complicidad.

Surgió la Luna… llenó la ventana,

apareció tu sombra sigilosa,

murmuraron juntas muchas cosas…

complicidad de vida, vida y muerte, desde el siempre…

 

Solo vi tu silueta en gran contraste.

la mirabas a ella, me olvidaste,

vi tu cintura, medí tu talle,

tus bellas pernas ahí reinaban

y tu cadera se dibujaba.

 

Llegó la nube, tapó la luna,

a tu silueta difumino;

pero a mi lado, ya no volviste,

Solo las sombras conservo yo.

 

Los bellos montes llenos de vida

plenos de ansia y de calor,

allá en la cima, solo candor

flores de vida… flores de amor…

 

Por sus laderas se llega a un valle

seno de vida y reproducción

y más abajo muy resguardado,

está el espacio de la pasión

 

¿A qué se pierde por lontananza…?

andará en busca de más amor,

más emociones, más variedad…

es insaciable como la luna,

que siempre malos consejos da…

 

Así se pierde, por más que busca,

solo se encuentra con la verdad;

que relativo, que inconsistente,

verdad no existe, solo ansiedad…