Comentando reconvenciones…

 

Varias, todas ella mujeres, han manifestado discrepancia en algunos temas y en la crudeza con que los trato; a ellas, mi correspondientes consideraciones…

 

Pues bien, cierto es que es mejor hablar siempre de cosas cuya trascendencia parece quedarse en el goce intelectual, en las sensaciones agradables, por las imágenes expuestas, expresadas, o por las que llama o trae la memoria y la imaginación.

 

Me encantaría vivir en el mundo del encantamiento, de las “hadas madrinas”, de los seres poderosos, de “los magos” de todos aquellos que ayudan, y siempre llegan a la verdad y la justicia, en los maravillosos cuentos en donde vivieron felices muchos años… aun cuando, nunca hablan de cómo les fue, en los años que les siguieron a esos muchos.

 

Vivir en ese espacio que transforma, los cuentos y las fábulas, crudas y realistas de nivel descarnado, en narraciones bellas y amables, llenas de comprensión y, al final, de justicia; caso típico, el de Caperucita Roja… habrá que leer el original…

 

Todos esos episodios donde se sufre, pero la recompensa llega y paga con creces, tanto en justicia legal como social, y en recompensas económicas y de bienestar.

 

Pero, estimadas interlocutoras, esa no es la vida real, al menos para mí, esa no es, el descarnado cotidiano, que se sufre y nunca se compensa…es mentira la recompensa que llegará, y más, cuando la ofrecen en el irracional, “más allá”…

 

Así, cuando la lectura, la observación y la reflexión, te llevan a una medida de las diferencias y de los aprovechamientos y abusos indebidos de los avezados en atesorar y de los inconscientes en lograr “goces indebidos, favores y prebendas”, en detrimento de los demás; cuando la soberbia y el cinismo, sustentadas en falsa potestad o investidura, te lleva a solapar crímenes que se viven toda la vida y muertes que se sienten hasta la muerte. Cuando todo eso se sucede, sobreviene la inconformidad, el desacuerdo, la rebeldía, el clamor de la justicia…

 

Cuando por la cusa que quieras, racional o genética, caes en la apreciación de los abusos, es imposible escribir únicamente cosas que, ciertamente, también existen, y que pueden calificarse como bellas.

 

En esos estados, la inconformidad lacerante con la realidad, revela a la razón y al espíritu, y lo expresas, quizá no con la suavidad que muchos querrían, quizá no con la condescendencia que algunos esperan, quizá con toda negación a fueros, investiduras, posiciones de clase o económicas, siempre supuestos o fundados en el sentido de culpa o por el peso de poder coyuntural…Siempre fatuos…

 

Esa reacción ante lo no deseable, ante el abuso que implica, no puede ser algo políticamente correcto; es, simplemente una respuesta “de la misma magnitud y en contraria dirección” aun cuando ese equilibrio, no es sencillo de alcanzar, casi siempre resulta asimétrico. en estos terrenos de la vida…

 

Es a lo que la vida convoca, a lo que llama, antesabiendo que poco se ha de lograr, pero que algunos habrán de pensar y decidirse por acciones más humanas, más justas, más solidarias. Es solamente el hacer y estar en paz con uno mismo, y no retorciéndose en la inseguridad del espíritu, y el dolor que produce la consciente injusticia cometida, realizada a ciencia y paciencia y, lo peor, tolerada y solapada…

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