Sigo viendo la curva de tus ojos,
no puede desvanecerse aquí en mi mente,
leve, oriental tristeza, el fondo es triste…
buscando por la alegría, la vida jugó a tu vida,
dejo soledad, tristeza, tristeza…una leve soledad.
Por escuchar otras voces, menos la del interior
se te nublaron tus luces, se entorpeció la razón,
no deseaste entrelazar, no buscarte conciliar,
intentaste el imponer y rompiste conducción,
te volviste a tu tristeza en lugar de a la ilusión.
Siguen los tiempos corriendo y las lluvias anegando
ya llegaran los inviernos, el otoño pasará,
pero la curva perene, ahí permanecerá, leve y suave…
en el perpetuo recuerdo de tu origen oriental,
tus ojos siempre despiertos, hacia el poniente verán.
Para vivir una vida en completa libertad,
lo primero que se expone debe de ser la verdad,
no la verdad inducida, deducida por razón,
así verás que se nutre la vida en la plena paz
así cumplirá tu curva con su leve levedad…
Ahí llorarán tus ojos, en la busca de amistad…