¿Qué tan lejos estamos de un estado de beligerancia?

Es difícil de descifrar el rumbo de los cambios, de las inconformidades, sea cual fuere su origen; por un lado aún están los afamados y muy disminuidos Zapatistas, por otro, aún quedan reductos de las guerrillas de la sierra de Guerrero-Michoacán; así mismo, la organizada CENTE, que con disciplina dictatorial y control espartano ha mostrado músculo, a ello debemos agregar las “autodefensas” que arraigan en Michoacán y Guerrero, y se asoman en otras regiones, por último, los cárteles tradicionales de la delincuencia; zetas, templarios familia michoacana, y los que aún conservan el nombre de cárteles, ahí donde aún manda y comanda el famoso “Chapo”, y los otros, sus contrarios.

Todo se origina en una vocación nacional de de rebeldía, de inconformidad, de quítate tú para ponerme yo…y, si no, me revelo…todas alimentadas por el autoritarismo, y sostenida por las ideologías extremas, radicales, por visiones angostas y casi bucólicas. Todo ello halló cobijo y modo en el manejo de la droga y, como no se les paró a tiempo el flujo de recursos, se han fortalecido en fuerza y control por terrorismo (miedo) pues crecieron y ahora el espectro de origen de recursos se ha ampliado a todas las posibilidades imaginables.

Los de menor categoría se alimentan de los asaltos, chantajes, extorciones secuestros y los jefes se quedan con todo el producto de la droga, son interdependientes, pedro hay grupos y “clases”. Así es una proliferación incontenible. Mientras les hemos hecho el “caldo gordo” a los del norte, ellos se drogan, inician el proceso de legalización, que llegará a lo que existió hasta principios del siglo XX; mientras, todos los capturados allá, son extranjeros, predominantemente mexicanos y, la drogadicción se sostiene, mientras acá filtramos, para que llegue lo “bueno”, y ponemos a los cadáveres y a la descomposición, profunda, del tejido social

Párrafo propio merece la corrupta policía, ¿cuál?, la que piense y quiera, los Presidentes Municipales, muchos, muchos más de lo que creemos, Diputados estatales, federales, Senadores, políticos y más, incluidos Gobernadores y, no aumente, altos funcionarios de los Municipios Estados y Federación. Una amplia, profunda, bien engrasada red de corrupción.

A ello agregue los extremos de los románticos, “derechos humanos”, que liberan criminales en lugar de “reponerles el proceso” que fue lo que estuvo mal, y, liberados, los crímenes sí cometidos… ¿qué?…

No veo claro tampoco, la suave política de manejo que tolera, paga, premia y fortalece a “rebeldes” ideologizados, guerrilleros entrenados, que, pidiendo lo imposible, se eternizan en franca beligerancia, amenazan, roban, matan, atacan a padres de familia y niños y, nada, no pasa nada… ¿Cuál es la estrategia de Gobernación y la tolerancia y permisividad del Presidente Peña? Pueden hacer lo que quieran con las ciudades, con los Estados y con los ciudadanos, y son protegidos y nutridos con sueldos y premios no devengados, no ganados.

Creo que en un desorden ideológico, de intereses, a veces contrarios, y de dispersión geográfica, va integrándose, creciendo, la “masa crítica” el “cuanto bastare para” que surja una inestabilidad realmente beligerante y que la sociedad, lo que de ella queda, se vea obligada optar por el más fuerte, el que asegura, dejando al lado al medroso o al menos ´poco claro, que ni puede, ni quiere, ni sabe aplicar la ley.

La ley, hoy ya vale preguntarse… ¿Qué es la ley…?

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